PARTE XXIII - Timmy

467 34 3
                                    

Pasados unos minutos, nos acomodamos para descansar un momento antes de ir a bañarnos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pasados unos minutos, nos acomodamos para descansar un momento antes de ir a bañarnos.
-¿Cómo te sientes?-. Me pregunta.
-Bien-.
-¿Te duele?-.
-Sólo un poco-.
Su cara expresa un sentimiento de preocupación. Debe estar pensando que me lastimó, pero la verdad es que no. Es algo normal que tenga dolor, porque fue la primera vez, pero no es el tipo de dolor insoportable o que me haya dejado sangrando. Fue muy gentil y eso lo agradezco. Me gustó mucho.
Cuando escucha mi respuesta, me acaricia el rostro.
-Es un alivio. Temía mucho lastimarte pero ahora estoy más tranquilo-.
-Oye, no me tomes por débil-.
No me dice nada y sólo ríe.
Cree que aún piensa que soy muy débil pero con mis ejercicios y todo lo que le hago a mi cuerpo, resisto más de lo que él piensa.
-No puedo creer que esta tarde estábamos hablando de esto-. Le digo sonriendo.
-Y míranos ahora. Dimos un paso muy importante-. Me dice mientras me toma de la mano entrelazándola.
Y tiene razón, nuestra relación, al que aún no le hemos dado nombre, ya ha subido de nivel.
Nos quedamos en silencio como si estuviéramos procesando lo que acaba de ocurrir.
Es extraño, pero el aroma de la pieza es fragante y embriagador. Un aroma que refleja el romance combinado con pecado añadiendo una pizca de sensualidad. Mezcla perfecta.
Miro mi reloj y me doy cuenta que son más de las 3 de la mañana.
-Oye, ya me iré a duchar. Es demasiado tarde-.
-Hazlo rápido porque luego me toca a mí-.
Me ducho rápidamente e ingreso a la cama. Johnny también lo hace rápidamente y se acuesta a mi lado. No tardamos ni cinco minutos cuando ya nos habíamos caído en el sueño totalmente rendidos.
Al abrir mis ojos, percibo un rastro de cansancio y un pequeño dolor de cabeza acompañado de un dolor en mi trasero.
Ahora recuerdo que ya esa zona ha sido invadida, y eso hace que suelte una risa un poco tonta.
Ya totalmente despejada mi mente, proceso toda información y centro toda mi atención el ello, aprovechando que Johnny aún sigue completamente dormido.
En primer lugar, no puedo creer que lo haya hecho con un hombre, y lo que es peor aún, que yo sea el pasivo, es decir, que cumplo el rol de mujer en esto.
En segundo lugar, sé que esto no está bien. La sociedad china aún está clavada en estos prejuicios y no puedo evitar temer al qué dirán o cómo lo tomarán nuestros cercanos, sobretodo nuestras familias.
Pero lo hecho, hecho está.
Observo unos momentos a Johnny y cambio mi vista al cielo. Me pongo a pensar desde el momento en que lo conocí, cuando estreché su mano por primera vez. Cuando creí que era una persona seria y de pocos amigos.

 Cuando creí que era una persona seria y de pocos amigos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
De la ficción a la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora