De la ficción a la realidad

PARTE XXXII - Johnny

Le prometí a Timmy que me controlaría, y así lo he hecho pero ha sido muy difícil. Con cada escena que hemos grabado, la ganas de tener a Timmy en mis brazos van creciendo más y más. Una de ella fue que debía agarrarlo de la mano mientras mirábamos el mar, perdí la orientación y lo tomé de la mano realmente. Era yo, Huang Jingyu quien estaba con Timmy a solas, olvidando por completo que había todo un equipo atrás de nosotros. Luego de eso aterrizo y me obligo a mí mismo a pensar que soy Gu hai, mi personaje.
Es frustrante sentirme así, tener que disfrazar lo que siento y lo que quiero hacer en actuación. Tengo a Timmy entre mis brazos olvidando a todos y a los segundos después debo soltarlo y fingir que sólo estaba actuando y acatando instrucciones.
Me enfada en verdad.
Las cosas no mejoran con el pasar de las hora porque viene lo peor... Los besos y caricias insinuantes al acto sexual.

Los minutos pasan lentamente y mis esfuerzos se van complicando. Ya anhelo finalizar con esto. Lo desee con todas mis fuerzas cuando tomé la mano de Timmy y la entrelacé con la mía luego lo acosté bajo mi cuerpo y acerqué mis labios a su boca. No debía besarlo, pero terminé por saborear sus labios con mi lengua. Espero que nadie se haya dado cuenta de aquello. Luego del "incidente", Timmy se me acerca al oído y me regaña.
-Por favor, contrólate-.
Al darme cuenta que tenía razón no dije nada, pero me molesta mucho no hacer este tipo de cosas con él.
Seguimos rodando y volvemos a repetir la escena donde debemos besarnos y demostrar todo nuestro amor.
Vuelvo a la misma posición, pero procuro no tocar sus besos, pero casi como por inercia, mis labios se van a su oído e instintivamente dejo escapar unas cuantas palabras.
-Quiero hacértelo ahora-.
Timmy reemplaza las palabras con carcajadas aunque noto nerviosismo en su mirada.
El director interrumpe nuestros pensamientos con una orden.
-Hagámoslo de nuevo-.
El director quiere que juntemos nuestros rostros y ocupar un ángulo de la cámara donde esa pose hará suponer al televidente que nos estamos besando. Pero yo no quiero eso, quiero un beso de verdad.
Me acerco a Timmy para hacerle saber mis deseos.
-No quiero usar el ángulo de la cámara-.
-¿Por qué no?-.
-Quiero que sea de verdad-. Le digo.
Timmy le hace saber al director que no quiero usar ningún tipo de ángulo de la cámara pero donde manda capitán, pues...