PARTE XXII - Johnny

455 42 7
                                    

ADVERTENCIA: EL SIGUIENTE CAPÍTULO CONTIENE LECTURA APTA SOLO PARA MAYORES DE 18 AÑOS


Pensamientos bloqueados siguiendo la pauta que Wei Zhou me está dando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pensamientos bloqueados siguiendo la pauta que Wei Zhou me está dando. Su piel es muy suave y la exploro con mucho cuidado, como si fuera una pieza de porcelana fina.
Despacio, voy desabrochando cada botón de su camisa con el fin de tener todo el torso desnudo de Wei Zhou a mi disposición.
Mis manos se pasean por donde quiera, explorando y conociendo cada parte de su cuerpo.
Timmy tira su cabeza hacia atrás dándome espacio para que pueda continuar conociendo su cuello a través de mis labios. Muerdo un poco su manzana de adán haciendo que suelte pequeños sonidos que invaden mi sistema auditivo.

 Muerdo un poco su manzana de adán haciendo que suelte pequeños sonidos que invaden mi sistema auditivo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Diablos! Con sus ojos cerrados se ve demasiado atractivo. Cada día me vuelve loco.
Timmy tiene sus manos en mi pelo, tironeándo de vez en cuando dejando un poco adolorida mi cabeza pero eso no me importa. Luego siento que sus manos bajan hasta mi espalda tomando mi prenda para quitármela.
Decido cambiar de dirección y bajo mi cabeza besando sus hombros, pechos, estómago y vientre.
Llego hasta sus pantalos y los desabrocho para poder deshacerme de ellos y él comienza a emitir gemidos y su respiración se va acelerando rápidamente. Es una señal clara de que estoy despertando los deseos en su interior.
Cuando estaba desabrochando sus pantalones me di cuenta de que sus piernas estaban abiertas a mí y sus caderas se movían en busca de mi miembro dándome a entender que quiere que lo haga mío.
¿Eso quiere decir que es él....?
-Zhou Zhou... tú.... ¿estás seguro de que...?-.
-...-.
Al no recibir respuesta, insisto:
-Dime que realmente quieres esto-.
-Sí, lo quiero-.
Me confiesa mirándome con sus ojos totalmente encendidos y llenos de lujuria y yo me quedo aturdido ante su honestidad.
Y es que mi cuerpo también me pide a gritos que lo tenga, que lo haga mío, que sea yo el dueño de su cuerpo y él desea ser el receptor.
Al darme cuenta de que no había pronunciado ninguna palabra, él continúa:
-Quiero tener sexo contigo-.
¿Eso?
-Yo no-. Le digo honestamente.
-¿?-.
-Yo quiero hacerte el amor-.
La diferencia entre tener sexo y hacer el amor es muy grande. Lo que quiero con él es algo serio y honesto. Mis sentimientos son reales.
Cuando escucha mi respuesta, se lanza a mí besándome con un poco de desesperación y yo correspondo saboreando cada gota de saliva que entra por mi boca. Nuestras manos buscan deshacerse de nuestros pantalones para que podamos unirnos aún más.
Quiero conocer todo su cuerpo, hasta sus partes más intimas tanto de su interior como de su exterior, así que lentamente ingreso mi mano por el interior de sus bóxers y acaricio su miembro que despierta al instante que siente mi tacto. Esta acción hace que él se retuerza en la cama lanzando un gemido, que para mí son una melodía que quiero escuchar una y otra vez.
Un último paso y estaremos conectados.
-Quítame los bóxers con tus pies-. Le pido.
Me retira mi prenda interior al instante que se lo pido.
Mi corazón está palpitando a mil y una sensación de miedo invade mi mente. El hecho de hacerle daño, me aterra.
-Escucha, no quiero hacerte daño, así que si te duele mucho, me avisas y yo me detengo inmediatamente, ¿bien?-.
-De acuerdo-.

 -De acuerdo-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Abro sus piernas para acomodarme, luego busco un frasco de vaselina líquida del velador. Él coloca una almohada debajo de sus caderas para alzar su trasero poco más.
Mi miembro roza su trasero y su cuerpo se estremece en mis brazos. Me transmite una sensación de querer protegerlo siempre.
Voy entrando lentamente a su cuerpo sin poner presión alguna para evitar cualquier tipo de malestar que pueda tener, aún así no lo logro porque hace una pequeña mueca de dolor.
-Tranquilo-. Susurro.
Dentro de él, comienzo a mover mis caderas muy suavemente pero su rostro lo delata.
Ojos cerrados y gemidos de dolor. No lo está disfrutando.
Detengo todas mis acciones para no seguir haciéndole daño.
-Ya me doy cuenta de que te duele. Aguanta, voy a retirarme-.
-¡No! No lo hagas. Continúa por favor-. Me dice agitadamente con un tono de súplica.
Ahora puedo ver mucho más a fondo cómo está siendo doblegado y absorvido por el placer.
Mi deseo comienza a crecer a medida que voy envistiendo lentamente a Timmy.
La lujuria me llena y me invita a poseer cada parte del hombre bajo mi cuerpo. Me pide que lo llene más y más de placer.
Con cada movimiento de mis caderas se va encendiendo cada llama en mis venas y ver a Timmy perdiéndose en este deseo hace que me excite aún más.
Sigo embistiéndolo mientras muerdo su oreja, cuello y torso. Como si fuera un león, mordisqueo con suavidad su cuerpo para sellar que ahora soy yo el dueño de esta piel.
Una escena totalmente erótica que supera mi imaginación. Timmy bajo mi cuerpo, sus piernas totalmente abiertas, sus caderas alzadas invitándome a poseerlo y yo completamente hundido en su interior entregando cantidades de extasis a su ser.
¡Dios! Nunca pensé que tendría este tipo de pensamientos.
Mi ritmo es lento para retrasar este momento y poder disfrutar el mayor tiempo posible esta adrenalina que me tiene totalmente absorto.
La habitación está completamente llena de jadeos y gemidos silenciosos que provienen de ambas partes y viajan a través de mis aparatos auditivos.
De vez en cuando le echo un vistazo a Timmy que está totalmente perdido en medio de este deseo que ambos hemos despertado.
Timmy agarra una de mis manos que jugaba con uno de sus pezones y la guía hasta su propio miembro.
-¿Estás bien?-. Pregunto un tanto preocupado.
-S.. sí. Es sólo que... duele... aquí-.
Ahora sé lo que quiere.
Realmente yo también estoy casi a mi límite así que acelero mis movimientos para poder liberar todo mi éxtasis, pero no sin antes salirme de él. No permitiré que acabe primero.
-Vamos a hacerlo juntos-.
-De acuerdo, pero ya libérame que no aguanto-.
Me retiro lentamente pero él me detiene.
-Hazlo dentro de mí-.
¿Qué?
-No puedo, no tengo preservativo-.
Sé que estoy sano, pero de todas formas quiero evitar cualquier tipo de malestar.
Al retirarme, su mano invade con rapidez mi miembro y hace que suelte unos cuantos gemidos. Sus manos son cálidas y suaves.
La sensación de sentir a Timmy dominando mi pene con sus manos es totalmente indescriptible. Me está volviendo loco.
Nos damos placer uno al otro mientras nos besamos con gemidos de por medio hasta llegar al clímax y acabar casi al mismo tiempo.
Dejo caer mi cabeza en su hombro y lo único que escucho es un pequeño susurro por parte de Timmy.
-Te amo, canguro-.
Me he quedado sin palabras. Nunca pensé que él se enamoraría de mí. Menos que me lo diría.
Estoy totalmente maravillado por lo que me dijo, hasta el apodo que me puso: "canguro". Y todo fue porque me comparó con ese canguro musculoso que se llama "Roger".

 Y todo fue porque me comparó con ese canguro musculoso que se llama "Roger"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ahora estoy muy feliz.
-Yo también... yo también te amo, gatito-.
Decido confesarle.
Yo también lo amo. Terminé por rendirme y afrontar que me he enamorado de Xu Weizhou. Me enamoré de un hombre y ya no tengo miedo en mostrarlo.
--------------------------- 

De la ficción a la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora