41. Solo una vez.

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Subí al auto con el corazón en la boca, con las lágrimas emergiendo sin parar, mi respiración estaba tan agitada al punto de no dejarme respirar, todo mi cuerpo temblaba.

— Lo siento, lo siento, lo siento — dice Barbara subiendo al asiento del piloto.

— No es tu culpa — digo con la voz rota, sentía mi corazón, mi cuerpo y alma acelerados. — porque tenía que haber venido aquí — los brazos de mi amiga me envolvieron y agradecía que su auto tuviera los vidrios de las puertas ahumados. — Creo que ha sido demasiado para el poco tiempo que tengo aqui, sabía que iba hacer difícil pero no tanto.

— Estarás bien, yo le haré saber que se mantenga lejos. — asiento porque es lo mejor, es lo que necesito.

....

Suspiré cansada, acababa de meter todas las compras al refrigerador y estaba muy agotada, los últimos cuatros días habían sido agitados, la mamá de Barbara nos ayudó con una decoración rápida y sencilla del apartamento, me gustaba, era grande espacioso, tenía una buena vista, grandes ventanales, una pared de ladrillos rojos, era hermoso, la cocina de madera con los electrodomésticos plateados, me encantaba. Estaba más que feliz.

De Cole no había vuelto a saber nada y lo agradecía a pesar de que me costaba conciliar el sueño y creia verlo cuando salía, aún no podía creer lo bien que se veía, debía tener a un montón de chica corriendo tras él, guapo, recién graduado y manejando una de las empresas de su padre, sentía celos de sólo imaginar a alguien acercarse. Me senté en una de las butaca de la barra de la cocina agotada, debia dejar de pensar en el.

Mi teléfono sonó y agradecí que estuviera ahí en la barra, no deseaba levantarme, era un número desconocido, torci los labios con la duda de si debía contestar, al final lo hice, podía ser del trabajo.

— ¿Si?

— Lili es Cole — me reincorpore en mi asiento, sentí algo caliente en mi estómago, ¿por que me hacía esto? Decidí guardar silencio — se que me pediste que no te buscará pero.. quiero verte — No, no y no, su voz sonaba como la de cachorrito arrepentido y no.

— ¿Como tienes mi número? — te mato Barbara.

— Lo saque del teléfono de Dylan — muerdo mi labio nervioso, no deseo verlo ¿Verdad? — Por favor, hablemos.

— No, si no pudiste hablar hace cinco años atrás, ya es tarde — zanjó.

— Reinhart se que la cague pero solo te pido que nos veamos, se que quieres que arreglemos esto tanto como yo.

— No hay nada que arreglar Cole, han pasado cinco años, ya deja eso, ya tú hiciste tú vida yo la mía no le veo caso, por favor no hagas esto más difícil de lo que es.

— Solo una vez — ¡Dios! Desde cuándo es tan insistente. — Aunque quieras aparentar que me desprecias se que no es así, dame la oportunidad de demostrarte que he cambiado.

— No, no quiero salir lastimada Cole, no otra vez, lo nuestro no funcionaría, me entregué por completo Cole ¿Y que recibe a cambio? — él guarda silencio y mi voz ya está rota — tú me mataste y no quiero volver a eso, ya no soy una adolescente, no deseo perderme otra vez.

— No quería dañarte, estaba tan podrido que no quería llevarte a esa mierda, estaba muy jodido.

— Siempre estuve ahí para ti y cuando más te necesite tú no estabas, estaba sola. — dije en medio de un sollozo.

— Yo.. está bien — quiero llorar, gritar, no verlo, no escucharlo y abrazarlo, pedirle que no me suelte nunca más — Lili, solo una vez por favor — ahora es su voz la que está rota, según Barbara él nunca ha salido con nadie, él no me olvidó, pero porque nos hizo esto, ¿por que?

— No — cuelgo antes de escuchar su voz otra vez, se que cederé y no quiero me ha costado cinco años recuperar mi paz y ahora siento que todo se tambalea, que todo se derrumba nuevamente.

...

El timbre suena y aún somnolienta camino a abrir, mis ojos se abren en sorpresa al ver a Kj y sin dudarlo salto a sus brazos.

— ¿Que haces aquí? — pregunto estusiamada.

— Tengo un vuelo a Madrid y debía pasar por la editorial de mi padre a solucionar unas cosas para un nuevo proyecto, pensé que era buena idea visitarte — sonrió y lo abrazo nuevamente — No podía pasar por New York sin visitarte, mi vuelo sale mañana. — me separo y lo miro, es tan guapo que no me explico cómo lo deje ir.

— Entonces pasa estoy apunto de desayunar. — él pasa y empieza a observar todo.

— Tiene estilo, se parece a ti — sonrió.

— Aún le falta, tengo apenas seis días viviendo aquí — mi amigo asiente — ¿café? — pregunto.

— Si por favor — le sirvió y este mira el líquido negro — luces terrible, pensé que volver te sentaría.

— Yo también, pero han pasado cosas y es muy poco tiempo para asimilar todo aún — admito.

— ¿Él? — suelto una bocanada de aire — el chico de las fotos, el culpable de que lo nuestro no funcionara — sonrió triste y él también lo hace — entonces es de aquí — asiento — lo viste y te diste cuenta que realmente aún lo amas, que no lo has olvidado.

— Es complicado, él ¡Dios! — muerdo mi labio — quiere intentarlo o eso creo — mi amigo no le agrada la noticia porque veo un destello de desilusión. — lo siento no debería hablarte de esto.

— Claro que sí, soy tu amigo, te quiero y quiero lo mejor para ti — asiento y sonríe.

El timbre suena por segunda vez y no imagino quien podrá ser ahora.

— Puedes abrir mientras yo volteo esto — Kj asiente y se encamina rumbo a la puerta de la entrada.

¿Quien será ahora?

Enamorada Del Patán [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora