38. Volver a New York Lili.

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Se sentía tan bien volver a New York después de tantos años, sonreí al bajar del auto, sentir la brisa fresca en mi rostro, estaba iniciando el otoño y aún el clima era agradable. Pase al edificio muy ostentoso y moderno donde ahora residía mi mejor amiga junto a su novio. Entre al ascensor y marque el piso número catorce, en ese piso vivían.

Toque la puerta algo nerviosa, después de tanto tiempo la vería y a pesar de que estábamos constantemente hablando no era lo mismo, la castaña abrió y su rostro lucia un poco hinchado, estaba dormida, su cabello antes corto ahora era muy largo y en definitiva ya era toda una mujer, una muy hermosa, una enorme sonrisa se formó en sus labios y en segundos ya estaba sobre mi.

- Guao mírate estás hermosa - le digo al finalizar el abrazo y ella se da una vuelta para que la vea por completo, está en pijama y a pesar de vivir con su pareja siguen siendo igual de infantiles como las recordabas.

- Y tú igual, ese cabello te hace ver sexy, pasa Dylan no está, salió hace unas horas a trabajar. - si, ella y Dylan, siempre supe que se quedarían juntos.

Pase y dejé mi mirada viajar por el hermoso lugar, todo tan Barbara pero con un toque diferente, Dylan supongo, todo el lugar era blanco y muy moderno, un poco de lujo que no le hacía mal a nadie, los pisos eran de madera y habían grandes ventanales.

- ¿Desayunaste? - negué - me lavo los dientes y ya vengo espérame aquí o que se yo, ve y curiosea - río porque me conoce tan bien, me encanta su hogar y que todo el espacio sea abierto conjunto la cocina es fabuloso.

Camino a él refrigerador hay muchas fotos de ese par, hay fotos de ellos en la playa, de ellos en navidad, fotos con Ana quien ya no luce como una niña y una en especial junto a Henry, Dylan y él, siento algo removerse dentro de mi y mi corazón quizás romperse un poco más, luce tan hermoso, su cabello negro ahí es castaño rubio como el de su gemelo y se ve sonriente, quizás ya es feliz y él si logro olvidarme hace años, hay muchas más fotos de ellos en la universidad y unas donde sólo están Cole y Barbara, parece que son buenos amigos, no lo sé cómo nunca le permiti que me hablara de él.

- Esa fue hace dos meses en Michigan - asiento - está muy guapo debo de admitir - ¿Cuanto tiempo me había quedado admirando la foto? - ese idiota que tan mal me caía - sonrió nostalgica recordando las peleas de ese par - Ahora nos llevamos muy bien y.. somos mejores amigos - alzó una de mis cejas sorprendida, eso sí que no me lo esperaba.

- ¿Ana con quién está? - decido cambiar de tema, esa pequeña ya era una hermosa señorita.

- Vive con Cole, no muy lejos de aquí, sabes que Henry viaja demasiado y no podia hacerse cargo por completo - asiento. - Pero se porta bien, siempre viene y se queda un par de días, según ella lo hace cuando Cole está en sus días de amargado. - sabía que al venir aquí era imposible no saber de él.

- Él.. ¿Esta solo? - Bárbara muerde su labio inferior y temo a su respuesta - olvidalo, ¿Que me haras de desayunar?

- Cereal con leche - enarco una ceja y sonrió.

- Eres una desgraciada.

- Siempre. - rei porque con ella era fácil hacerlo, después de tantos años ahí estaba nuevamente, en la cuidad donde todo inicio, hablando de él, cosa que había evitado estos largos cinco años.


Había vuelto porque para nadie es una novedad que el estar recién graduado y sin experiencia hace que el conseguir empleo cueste un poco más de lo habitual, por eso cuando me llegó una propuesta para trabajar en una de las mejores editoriales de la cuidad de New York no lo dude y acepté aunque eso significara volver, sabía que tarde o temprano tenía que hacerlo y no era que no lo había hecho antes, había vuelto un par de veces, pero eran esas clases de visitas que le hacemos a un enfermo, algo así, un par de días y adiós.

Enamorada Del Patán [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora