34.¿QUIÉN QUIERE SER CHUNIN?

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Todos los personajes y la historia pertenecen a Kohei Horikoshi y Masashi Kishimoto

—Eres la vergüenza de nuestra villa. —dijo con un tono monótono el niño.

—Emm, esto ... Gaara ... —dijo muy nervioso Kankuro. Temari también se sentía muy incómoda.

—La momia bastarda y la perra del abanico están asustados del sin cejas. Eso significa que ese tapón debe ser el jefe. —pensó Bakugo, analizando los gestos de Gaara.

—¿Has olvidado el motivo por el que hemos venido aquí?—dijo Gaara sin cambiar su monótona voz.

—Ya lo sé. Pero escucha Gaara, ellos empezaron . Te diré lo que pasó...—dijo Kankuro con voz temblorosa.

—Cállate. —ordenó Gaara, a lo cual Kankuro obedeció sin rechistar. —O te arrepentirás. —dijo esto último entrecerrando los ojos.

—De acuerdo. He estado fuera de lugar. Lo siento, Gaara ... —se disculpó Kankuro, sudando copiosamente.

—Siento los problemas que ha causado mi hermano. —dijo Gaara, sin sentirlo realmente.

—¡Tapón sin cejas! —gritó Bakugo señalándole. —¡No finjas! ¡Lo que dices no coincide con tu cara!—

—¡DEJA DE COMPORTARTE COMO UN IMBÉCIL, BAKAGO! —gritó Sakura, estrangulando a Bakugo. Éste trataba de escapar de su agarre sin éxito, ya que,  por alguna extraña razón, Sakura adquiría una fuerza sobrehumana cuando atacaba a su compañero rubio ceniza. —¡Pídeles perdón!—

Gaara miró curioso la escena, pero decidió que era mejor no actuar ya que podía poner en riesgo su misión. 

—Vámonos. —dijo Gaara, teletransportándose  al suelo con un rastro de arena. —No hemos venido hasta aquí para jugar.

—Sí claro. —contestó apresudaramente y muy nervioso Kankuro. 

—¡Un momento!—exclamó Sasuke, que apareció en el árbol en el que hace un instante se encontraba Gaara. 

—¡Sasuke-kun! —exclamó Sakura con una cara sonriente, soltando a Bakugo por la alegría que sentía.

—Maldita perra frentona ... —susurró Bakugo, recuperando el aliento del estrangulamiento.

—Por vuestra cinta, deduzco que sois de la villa de la arena. —continuó diciendo Sasuke. —¿Me equivoco?—

—¿Y a ti que te importa, mocoso entrometido?—dijo Kankuro girándose.

—Qué mono es este chico. —pensó Temari, sonriendo y mirando a Sasuke. —No tiene nada que ver con el estúpido rubito. —

—Ningún ninja puede entrar en otra villa sin permiso. ¿Qué hacéis aquí?—preguntó Sasuke, poniendo toda su atención en Gaara.

—Es cierto que somos genins de la villa oculta de la arena. —respondió Temari. —Pero, sí que tenemos permiso, guapito. —mostró un carnet sellado por el cuarto Maestro Hokage.

—¡SHANNAROOOOO! ¿QUIÉN SE CREE QUE ES ESTA RUBIA DE BOTE PARA LLAMAR GUAPITO A MI SASUKE?—gritó la yo interna de Sakura.

—Ja. Estaba claro que los genins de la villa oculta de la hoja iban a ser unos ignorantes. —dijo Kankuro, con una sonrisa.—Venimos del País del Viento y estamos aquí a hacer los exámenes para chunin.—Los tres genin de la hoja pusieron una cara de asombro ante esta revelación. 

—Un estúpido pájaro le entregó un pergamino al tuerto. —pensó Bakugo, recordando lo que había pasado hace unos minutos. —¿Tendrá algo que ver con lo que dice la perra rubia?—

Katsuki Bakugo en KonohaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora