88.RECORDANDO EL PASADO

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En el capítulo anterior os habéis portado mal con las estrellitas. Os voy a proponer un reto, si antes del domingo este capítulo y el anterior llegan a 150 estrellitas subo otro cap el domingo.

Todos los personajes y la historia pertenecen a Kohei Horikoshi y Masashi Kishimoto

—Después de tu combate contra Kiba, aún quedaban cuatro combates por disputarse. A Hinata le tocó luchar contra su primo.—comenzó explicando Kurenai.

—Neji ...—susurró Bakugo apretando los puños con fuerza

—Hinata luchó con todas sus fuerzas, pero Neji es un ninja mucho más experimentado y acabó ganando. Los médicos no están seguros si podrá continuar siendo una kunoichi—resumió Kurenai sacando otro pañuelo limpio para limpiarle los restos de sangre de la boca de la genin.

A Bakugo le oprimía el pecho el ver a la chica en tan mal estado. Apartó la mirada, y ya que no tenía a Neji delante para cargar su furia, arremetió contra Kurenai.

—¿¡Por qué no paraste el combate antes de que la ojos raros acabara tan mal?!—dijo Bakugo, entrecerrando los ojos y señalando a Kurenai con el dedo. —¡Sabías que ese bastardo de mierda era mucho más fuerte y aún así no hiciste nada para proteger a tu alumna!—

—Ella quería seguir luchando. Siempre ha sido una chica tímida e introvertida. Dejando que Kiba o Naruto tomaran toda la iniciativa en las misiones. Nunca la había visto tan decidida y con tanta convicción para luchar  —se defendió Kurenai. Sacó un paño húmedo para secar el sudor de la frente de Hinata —Nunca me habría perdonado ni ella ni yo misma el parar el combate.—

—¡Esa es tu excusa de mierda! ¿Qué no te iba a perdonar si parabas el combate?—exclamó Bakugo, haciendo un esfuerzo sobrehumano para no alzar la voz. —¡Ella es una cría, tú eres la jodida adulta! ¡Tú deber era protegerla!—

—Si hubieras presenciado el combate te habrías dado cuenta que Hinata ya no es una niña. —contraatacó Kurenai harta de los reproches del rubio ceniza.

—¡Si hubiera estado allí la ojos raros no estaría en este estado de mierda!—gritó Bakugo, perdiendo la compostura y señalando a Hinata. 

Hinata se removió por la cama a causa del griterío, pero siguió durmiendo

—¡Habla más bajo, Bakugo! ¡La despertarás!—exclamó Kurenai, enfadada con el rubio.

—¡MEJOR! ¡ASÍ SABRÁ QUE ESTÁ ASÍ POR TI! —rugió Bakugo fuera de sí. Luego señaló con el índice a Kurenai a escasos centímetros  de la nariz de la jonin—¡TÚ ERES TAN CULPABLE COMO ESE TROZO DE MIERDA QUE DICE SER SU PRIMO!—

—....—Kurenai apretó los dientes. El ataque verbal del rubio hizo que los ojos se le aguaran. —Piensa lo que quieras, Bakugo. No me arrepiento de no parar el combate. Fue su decisión y la respeté. Admiro que dejara de huir.—

Bakugo dio un paso atrás, conmocionado por la última frase de Kurenai, le resonaban las últimas palabras que escuchó de Hinata.

—No huiré.—

—¿Por qué has empleado esas palabras? ¿Por qué dices que admiras que dejara de huir?—dijo Bakugo, casi en un susurro, dando otro paso atrás y con temor a la respuesta de Kurenai.

—Cada vez que caía al suelo y Neji le sugería que se rindiera, ella se levantaba y negaba con la cabeza. Y repetía una y otra vez que estaba cansada de huir. Nunca más se escondería de nuevo.—explicó Kurenai,

—Antes, cuando te he dicho que quizás fueras mi rival se te ha cambiado la cara. Has puesto una cara de alguien de una persona que no quería luchar. Así que si quieres huir, huye ahora. Aún estás a tiempo. Pero te advierto que llegará el día en que tendrás que dejar de huir. Y una última cosa, si nos enfrentamos y no lo das todo jamás te lo perdonaré. —

Katsuki Bakugo en KonohaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora