19. Primera aventura en el exterior

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Bien, he de admitir que la cosa no fue exactamente como estaba planeada. Esto del teletransporte a lugares aleatorios es como una caja de sorpresas. Mi objetivo original era llegar a algún bosque y bueno pues, no salió bien.

Es importante mencionar que solo teníamos cerca de una hora. Esto no es por nuestros padres, Rose-san o los otros sirvientes, ya que obviamente no tienen forma de sospechar nada. El problema es que si estamos mucho tiempo fuera Mike-sensei podría sospechar, ya que sabe nuestro secreto.

Por ello no se suponía que regresáramos tarde.

Nuestro primer destino de tele transporte aleatorio fue un gran desierto. Aunque estábamos a una considerable altura aún nos afectaban los fuertes vientos y el terrible calor. No sé de Runa, pero al menos a mí me entró arena en los ojos.

Solo me froté como pude con una mano, la otra estaba ocupada agarrando a mi hermanita que por el susto casi se cae. Claro que no tardó mucho en reaccionar y activar vuelo.

Debido a los fuertes vientos el pelo se me puso en la cara, y eso era irritante, solo llegué a ver de refilón unas criaturas como gusanos gigantes que salían y entraban en la arena.

Por esto no pude darme cuenta de que un tornado de arena se acercaba. Runa se dio cuenta primero.

—¡Onee-chan, mira eso! —me dijo agitada señalando al tornado.

Estaba a punto de alcanzarnos.

(¡Wise! ¡Teleportation!)

[Yes, Master]

Entonces, solo por un pelo escapamos del peligro. Sin embargo esta vez nuestra reacción fue casi la opuesta.

Un gran estornudo se escapa de mi boca junto a una contracción involuntaria de mi cuerpo.

Después de yo estornudar, me siguió Runa quien ahora moqueaba por la nariz.

—¡Que frío! —dije abrazando a Runa.

Esta vez era una tundra helada. Ciertamente estos cambios de muy caliente a muy frío no era bueno para el cuerpo de dos niñas.

(Teleportation)

Es genial decirlo y que Wise se encargue del procedimiento. Si, la vida es hermosa.

Volvimos a desaparecer, esta vez llegando encima de una ciudad. Se veían muchos humanos caminando ajetreados, y resaltaban grandes edificios. Esta ciudad tenía forma de estrella, con un gran castillo en el centro.

No hicimos mucha estancia, solo una pequeña parada pues temía que alguien pudiera reconocernos y avisarle a papá.

(Teleportation)

Realmente no me canso de decir lo conveniente que es que Wise se encargue de las especificaciones. Llegamos, instantáneamente a la próxima parada.

Esta vez parecía ser un buen lugar, aunque no el indicado tampoco. Era en lo alto de dos montañas, específicamente en el medio de estas.

—Qué rico se siente el viento aquí arriba.

Estaba de buen humor. Por fin un lugar decente, aunque no era el bosque que desearía encontrar. Al menos ahora si podía disfrutar de la brisa... o eso pensé.

—¡Onee-chan, cuidado! —de repente Runa me empuja a un lado embistiendo de cabeza a mi estómago con todas sus fuerzas.

—Kuhh —un grito de ligera aflicción se me escapa.

Mi cara se distorsionó, no del dolor, sino de la sorpresa del impacto.

Miro a donde me encontraba antes.

Isekai Yo que Reencarne y Ellos que fueron Invocados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora