Hoy amanece un nuevo y hermoso día. Lo cual no tenía relación al parecer con el hecho de que me encontraba dando vueltas en mi cama abrazando mi almohada. Si tan sólo mi cuerpo siguiera las ganas de mi mente no habría problema pero ¡no! ¡no voy a sucumbir ante la tentación! ¡Aléjense, malvados demonios del sueño!
¡Malditos quieren que cometa pecado, y no uno cualquiera, sino un pecado capital! ¡Pero! ¡No voy a perder ante la pereza! ¡Levántate! ¡Ponte de pie, oh cuerpo mío!
Se escucha un sonido de caída. Un leve dolor recorre mi cuerpo. Así es. Después de este monólogo interno caí de la cama.
¡Bien, es mi victoria! ¡En sus caras malvados demonios! ¡Muajajaja!
De esta forma me levanté somnolienta y fui a lavarme la cara. Por supuesto esta extraña actuación desde por la mañana tiene un significado. Ya hace una semana que Thia-chan se marchó, en verdad jugamos mucho. Pero no hay que confundir las cosas, mi situación actual no se debe al cansancio de eventos del pasado es más bien debido a dos grandes razones.
La primera es que mi hermana no está a mi lado, o más bien, no hay nadie que me despierte, ni mamá ni Rose-san y el resto de empleados tiene sus propios quehaceres.
Resulta que mamá y Rose-san salieron desde ayer junto a mi hermanita para su presentación formal. Al parecer es en fiestas aún más fastidiosas que la de la última vez. Lo que es más, esta vez no se puede huir del aburrimiento. Ni aunque sea una niña.
¿Y yo? Bueno yo no me he escapado de esto. Tengo que asistir a fiestas el doble de fastidiosas, el doble de tiempo y con el doble de personas junto a papá por ser la hija mayor. Esa es la segunda razón.
Digo quien no sucumbiría ante la tentación de pasarse un día tan fastidioso durmiendo en su suave cama. Pero yo no lo hice, yo salí victoriosa de esta horrible batalla. Después de todo creo que voy a dar lo mejor de mí en este mundo en que fui bendecida con una familia tan maravillosa.
Esa es en parte la razón por la cual quiero aprender desde pequeña, para no perder a nadie que me importe esta vez. Esta vez no seré una niña impotente. Claro la otra parte es el interés y la admiración por cosas como la magia, la esgrima y las aventuras.
Después de pasar un inmenso trabajo para mover mi pesado cuerpo y lavarme la cara fui al comedor.
Papá aún no se ha levantado, que fastidio. Bostezo. No puedo evitar bostezar cada dos por tres.
Mi fastidio se multiplica aún más por culpa de este papá llorón que resultó ser un inútil también. ¿Cómo es que no puede levantarse si mamá no está? Digo no es como si no entendiera que está cansado por el trabajo, pero al menos debería ser capaz de levantarse por si cuenta. Yo soy una niña pequeña de 3 años y aún así me levanté, es el deber de papá como adulto levantarme, no al revés.
—Ahaaaaaan~ —otro bostezo, el más extenso desde que levante.
¡Que sueño! Pero no puedo dormir. Voy a ser una chica responsable.
Me dirijo hacia el estudio de papá tambaleándome por el pasillo. Menos mal que no hay nadie cerca. De ser mayor cualquiera que me viera pensaría que estoy ebria y eso, sumado a que verían mi cara de zombi actual, no es algo bueno.
Una vez frente a la puerta me paró de puntillas y la abro. Obviamente no uso magia para abrirla porque a esta distancia ciertamente papá me descubriría, lo que es más, de seguro detecta mi presencia pero no se levanta porque no tengo hostilidad.
Pensando en esto se me escapa una pequeña risilla malvada. Entro sigilosamente a la habitación. Miro a papá, se encuentra completamente dormido encima de su escritorio. Se encuentra cubierto de montañas de papeles.
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Isekai Yo que Reencarne y Ellos que fueron Invocados
FantasyUna chica japonesa vive una vida muy miserable y decide suicidarse. Sin embargo un caprichoso Dios le da una nueva oportunidad. Ella reencarna en un mundo de magia, guerras y espadas. Años después, en ese primer mundo un grupo de amigos son invocado...