Isekai Yo que Reencarne y Ellos que fueron Invocados

22. Amigos

No sé en que momento la situación se volvió así, pero definitivamente no es mi culpa. Si hay que culpar a alguien de esta fastidiosa situación sería a ese niño mocoso que se hace llamar Dios. Así que por eso me hizo ir a su encuentro, para que me diera cuenta que era la Miko.

Y ahora tengo que enseñarle a hablar inglés, mejor dicho, el lenguaje divino a esta chica elfa.

Por ahora vamos a calmarnos.

—A ver, yo no soy tan versada en magia como para tener discípulos así que debo rechazar su oferta...

Al decir esto todos instantáneamente oscurecieron sus expresiones, si todos, incluida Runa.

En serio tienen que aprender a escuchar las conversaciones de la gente hasta el final.

—En cambio, podemos ser amigos. Entonces podré compartirles mis conocimientos. ¿Qué me dicen?

—Siii —responden todos en colectivo, y por alguna extraña razón Runa también respondió.

Incluso comenzaron a alzar las manos y abrazarse los unos a los otros como niños pequeños, ah espera, es que son niños pequeños.

—Bien, por ahora vamos a presentarnos correctamente.

—¡Si, si, nosotros vamos primero! —los niños lobos hablan al unísono rebosantes de emoción mientras alzan la mano derecha.

Primero se presentó la chica loba.

—Mi nombre es Aisha Silverring, y este es mi hermano gemelo...

—Aby Silverring, un gusto conocerlos —dice el chico lobo terminando su presentación

Esta vez Leaf da un paso al frente.

—Yo soy Leaf WhiteGarden, caballero aprendiz de su alteza real la Princesa de la Luna Creciente, Fihama Roselay.

Vaya, terminó presentándose él y a la princesa.

—Un gusto conocerlos, por favor díganme Fih —dice a la par que hace otra perfecta reverencia.

Al parecer la princesa está acostumbrada a que la presenten, supongo que para los elfos eso es normal. Ahora sería mi turno, es aun más fastidioso si te miran con ojos expectantes.

Suerte que ya me acostumbré gracias a las fiestas que he tenido que asistir. Tampoco podemos perder en elegancia con la princesa, no después de todas esas molestas clases de modales y etiqueta.

—Mi nombre es Liliana Ashford y ella es mi hermana pequeña...

—Runa Ashford, un gusto conocerlas.

Al Runa terminar de hablar ambas hicimos una perfecta reverencia a la vez. Estamos sincronizadas de tanta práctica.

—Ahora que terminamos las presentaciones...

No pude terminar de hablar porque "eso" pasó de nuevo. La visión a mi alrededor se esclarece. Un poco alejado veo un pequeño pájaro como se detuvo antinaturalmente en el aire en pleno vuelo.

Los movimientos de todos a mi alrededor se ralentizan hasta estar inmóviles, y una extraña sensación recorre mi cuerpo, también inmóvil.

Era ese mocoso otra vez, así que solo esperé a que hablara.

—Hola, buen trabajo antes. No esperaba que la rescataras —de repente se echa a reír, una risa muy pesada.

—Si, claro —reboso de sarcasmo— podrías ir al grano que estoy en medio de una conversación.

—Claro, solo te daré un consejo. Recuerda que hacerlo o no depende de ti. Solo quiero que le hagas una visita a una joven solitaria encerrada en la torre más alta del castillo de la ciudad estrellada. Eso es todo.