38. Capítulos Futuros: Una confiable senpai.

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Llevamos ya dos semanas más en este mundo de fantasía. Se puede decir que nos acostumbramos a la vida en la ciudad. Como nuestro alojamiento gratis solo duraría hasta hoy verificamos el dinero que hemos reunido hasta ahora.

Micchan se encuentra sentada a mi lado, en una mesa cerca de la barra en el gremio de aventureros. Ambos sacamos las bolsas de monada de nuestros bolsillos y las vaciamos sobre la mesa.

Nuestras ganancias actuales eran de 15 400 monedas de acero. Eso equivale a 154 monedas de cobre, o también 1 plata y 54 de cobre. Realmente está muy lejos de compensar nuestros gastos.

Básicamente gastamos 2 de oro por las tarjetas del gremio, 50 de plata por la enciclopedia de plantas y otros 50 de plata en comprar armaduras completas de cuero, una espada y escudo de hierro para mí y una lanza para Micchan.

Gastamos 3 de oro en un día, y en dos semanas enteras a penas ganamos 0,01 de oro. Al parecer es normal que los rangos bajos E y F tengan tan poca remuneración pero te hace preguntarte como podrías ser un aventurero sin tener algún dinero en primer lugar.

Ya misiones de rango D que incluyen cazar monstruos o recolectar partes de estos son mejor pagadas, y en el caso de las de cazar monstruos se gana incluso más al vender las partes útiles de su cuerpo. Algunos incluso sueltan al morir una especie de cristales mágicos que también se pueden vender.

Aunque en estas dos semanas estuvimos ocupados con trabajos sencillos pero extenuantes logramos sacar un tiempo para practicar el combate. Sonará patético, pero debo decir que sostener una espada real es bastante aterrador.

Pero no hay más remedio. Hoy buscaremos una posada donde quedarnos, y lo más importante, iremos de caza por primera vez.

—Ryou, ¿estas seguro de esto?

—Si, no podemos seguir evadiendo el combate. —no podemos echarnos para atrás.

Micchan con una expresión rígida vuelve a recoger las monedas en la mesa. No parece que quiera decir nada más, así que me limito a ayudarla. En conclusión nuestro presupuesto consta de 17 monedas de oro, 1 de plata y 54 de cobre.

Por razones de seguridad no sacamos descuidadamente la bolsa de monedas de oro. Decidimos que yo la llevara y solo la usáramos en emergencias.

Sin embargo, debo decir que el ambiente está tenso. El silencio es molesto de alguna forma, este nos permite escuchar los susurros de los hombres de la mesa de al lado.

Justo acaban de sentarse, parecen ser unos aventureros experimentados juzgando por las cicatrices en sus caras y sus cuerpos fornidos.

Me concentró en su conversación para distraerme, sin hacer contacto visual obviamente. Sería un problema si los provocamos.

—Oye, ¿en serio los demonios hicieron un movimiento? —el hombre que parece de mayor edad, con una barba gris, le susurra al calvo con una gran cictratriz en la cabeza.

—Si, escuché que fue un decreto de la Reina Demonio en persona. —el otro le responde con un tono sombrío.

—¿Ellos vienen hacia aquí entonces? ¿Y qué hay de las preparaciones del reino? —se puede notar cierta agitación en su tono.

Noto que Micchan también se encontraba absorta en su conversación. Aunque la probabilidad fuese baja, podríamos escuchar algo sobre Yuu.

—Según mi informante llegarán en unos días una embajada con fines de pacificación, ya sabes, por el tema de los secuestros en la frontera.

—Lo sé, un noble importante fue secuestrado después de todo. Pero, ¿estaremos bien solo con algunos aventureros rango S y los guardias y caballeros?

Isekai Yo que Reencarne y Ellos que fueron Invocados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora