33. La Prueba del Agua

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Ya una vez en casa estamos más relajados. Una vez todos juntos, y tras una sesión de abrazos familiares con alguna que otra lágrima de alegría y alivio derramada, vamos adentro.

Nada fuera de lo normal le sucedió. Solo nos duchamos, aunque con la supervision de Rose-san. Ciertamente se hace vergonzoso que aún nos supervise en el baño, aún cuando ya podemos hacerlo solas.

Ella se encargó de vestirnos y peinarnos y claro no podía faltar algún que otro suave regaño por nuestras acciones. No se podía remediar. Esa noche comimos en el gran salón junto a mamá, papá, la tía Merune e incluso Mike-sensei.

Todo transcurrió con normalidad mientras que yo solo seguía dándole vueltas a ese sueño. Después de pensarlo tanto muchas posibilidades llegaron a mi cabeza.

Y quería creer en la suposición más conveniente. Lo que esa persona dijo era mentira y la parte de la confianza en mí era solo una artimaña para que Runa confiara en él.

Dado que era fastidioso no conocer su género voy a suponer que es un hombre, pues dentro de la imagen retorcida eso era lo que más parecía.

Aunque podía ser una mujer rellenita, o que el manto la hacía parecer más ancha. O tal vez es un hombre delgado y la manta lo hace parecer ancho...

No, no. Ya estoy otra vez. Es mejor no pensar más en ello. Todos ya han terminado la mitad de su plato, y yo a penas y lo he tocado. Mi estómago me exige por comida, así que cedo a mis instintos y como con mucho gusto.

La comida nunca escaseaba y había mucho para escoger, claro que muchas de las carnes eran irreconocibles para mí. Deben ser de animales que nunca he visto y que son únicos de este mundo.

Las verduras y viandas son más o menos las mismas, sólo que su coloración es muy variada. Básicamente toda la comida es muy colorida, incluido el arroz que hoy es amarrillo. Normalmente comemos uno diferente cada día.

Tras saciar esa necesidad tan básica y a punto de salir del salón junto a Runa, la tía Merune se nos acerca.

-Lily-chan, Runa-chan, ¿tienen un minuto? -su expresión era severa, me preocupa.

-Claro. -responde Runa.

Pienso que tendrá que ver con lo que quería decirnos antes de ir a buscar a mamá, papá y Mike-sensei.

-¿Qué pasa, tía? -preguntó con naturalidad. Asumí es lo mejor por ahora.

-Se trata de una de las localizaciones a las que llegaron usando el teletransporte aleatorio. Esperen un segundo. -ella extiende su mano derecha con la palma hacia arriba, murmura algo ya acto seguido partículas de luz negras se reúnen en su mano hasta conformar un mapa- Está es la localización. -señala un punto en el mapa, bastante alejado de nuestra posición actual.

(Wise-chan, ¿puedes saber dónde es eso?)

[Yes. Estoy comparando las coordenadas del mapa mental que utilizamos con las de este mapa según sus respectivas escalas.]

-Ah, el lugar de los espectros... -Runa murmura para sí misma, pero ambas escuchamos.

Estoy segura que mi cara se puso pálida. Recuerdos desagradables llegan a mi mente, pero sacudo rápidamente la cabeza para barrerlos.

[Es como dijo Runa-san, es la localización del pasillo subterráneo y la habitación de los espectros.]

Runa se dio cuenta enseguida aún cuando a Wise-chan le tomó algo de tiempo.

-¿Saben donde digo?

-Exactamente no sabemos que lugar es. -otra vez Runa es la que responde.

Yo respiro profundo y me integró a la conversación.

Isekai Yo que Reencarne y Ellos que fueron Invocados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora