INSOMNIA [MINCHAN-BANGINHO]

ONCE

Un dolor de cabeza distinto a cualquier otro se hizo presente, sus párpados pesaban más que nunca y no podía separarlos. Intentó ubicarse en espacio y tiempo, se sentía muy confundido y recordaba cuando pasaba eso: cuando dormía.
Intentó hacer memoria, recordaba haber ido a un bar y comenzar a beber lo que el bartender le había ofrecido como la bebida más fuerte que tenía. Después todo era una nebulosa de recuerdos que no sabía si eran reales o eran fragmentos de algún sueño que haya tenido esa noche.
Quizo dejar de forzar a su mente por un momento, quería disfrutar un poco más de la paz que sentía, de lo cálido que se sentía.
Un repentino click sonó en su cabeza e hizo que abriera los ojos rápidamente. Estaba acostado sobre un pecho que subía y bajaba tranquilamente debido a su suave respiración. Dos brazos rodeaban su cuerpo y encontró sus propias manos sosteniendo la cintura ajena.
Fue separándose de a poco para lograr ver el rostro de la persona que había logrado haberlo hecho dormir tan tranquilo después de mucho tiempo, y tuvo que ahogar un grito de pánico al notar que se trataba nada más ni nada menos que de su profesor, Bang Chan.

Se removió con lentitud intentando zafarse de su agarre sin despertarlo para poder huir pero falló, y cuando estaba sentado en la cama colocándose sus zapatos, sintió como el cuerpo a su espalda se levantaba.
-¿Cómo te sientes?- Preguntó Bang y él quiso morir de vergüenza al estar allí.
No respondió nada y apenas se colocó su segundo zapato huyó de la habitación lo más rápido que sus piernas se lo permitieron, estaba algo mareado pero no iba a detenerse hasta estar lo más alejado de ese lugar posible.
Cuando salió del pasillo para ir directo a la salida, chocó con un cuerpo que logró asustarlo aún más de lo que ya estaba.

Mark lo observó de arriba a abajo, y cuando volvió a mirar a sus ojos y vió el rostro asustado del chico sonrió y bromeó para tranquilizarlo. -¿Tan feo soy?-

-Oh.. L-Lo, lo siento ya m-me iba.- Dijo sin más y salió disparado del departamento sin siquiera saber en qué parte del planeta se encontraba.

Cuando lo vió huir no supo cómo reaccionar y se quedó estático en el lugar.
Oyó como la puerta de entrada se cerró y en menos de un minuto vio la silueta de Mark parado en el marco de la puerta de su habitación, mirándolo con una sonrisa traviesa y una ceja levantada.

-¿Qué?- Intentó sonar rudo pero su voz salió más nerviosa de lo que esperaba.

-Hmm no sé.. Pensaba que podríamos desayunar... Y tal vez que me digas quién era ese muchacho tan lindo que acaba de salir corriendo por la puerta.-

Chan soltó un suspiro y caminó hacia el baño, sabía que debía explicarle todo a Mark, pero cuanto más se retrasase mejor.
Una vez en la cocina, con su taza de café en mano, sentía que la mirada de su amigo estaba acuchillándolo.

-Su nombre es Minho- Habló finalmente, sin sacar la vista de su taza -E-Es.. mi alumno, del que te hablé una vez.-

-¿Le ocurrió algo?-

-Él.. tiene depresión, es difícil de explicar.-

-Ah, entiendo.- Mark estaba bastante curioso, y no precisamente por el porqué de la depresión del chico, sino por los sentimientos de su mejor amigo. -Debes apreciarlo demasiado..-

Chan no era idiota, y sabía que su amigo tampoco lo era. No iba a intentar mentirle porque sabía que tarde o temprano terminaría descubriendo la verdad, por eso tomó valor para mirarlo a los ojos. -Es una locura, y sé que desde cualquier punto de vista está mal, pero...-

-Estás enamorado de él.- Culminó la frase por él.

Chan asintió lentamente y no pudo sostenerle más la mirada, seguramente su amigo pensaría cosas horribles de él y estaba en su derecho.

-Chris.. El amar nunca está mal. Tal vez pienses que yo estoy enojado contigo o que te tengo asco, pero debes saber que no es así. Eres como mi hermano, yo te adoro y siempre voy a apoyarte.-

Las palabras de Mark lo sorprendieron, pero se sintió reconfortado. A los pocos segundos su amigo se encontraba a su lado, abrazándolo.