Mini maratón 1/3
Minho no volvió a hablarle más que algunas palabras cuando eran necesarias, su saludo era intercambiando sonrisas cuando ingresaban y salían del salón, o cuando se encontraban en los pasillos.
Ambos se sentían bien con eso, habían pasado varios meses ya y no había vuelto a ver a Minho alejado de Ungjae.
Las crisis de Minho no duraban más de una noche y se tranquilizaba casi de inmediato al ingresar a la escuela y ver a su lindo profesor.
¿Lindo? Sí. Él pensaba que su profesor era la persona más linda que había visto en su vida. En una clase había contado que era australiano y Minho entendió el porqué de sus facciones tan distintas y fascinantes. Con el paso del tiempo había algo que Lee tenía en claro y cada vez se convencía más: tenía un crush por su profesor.Cuando ingresó para dar su clase del miércoles y no lo vió en su banco, todas sus alarmas se encendieron. Preguntó por él a Na y no supo responderle.
-Lo único que sé es que ayer me avisó que no vendría.-
Tampoco apareció jueves ni viernes. Intentó no preocuparse demasiado y pensar que el lunes volvería a verlo.
-Vamos, nos divertiremos un rato.-
-Está bien.- Suspiró agotado.
Mark estuvo toda la tarde rogándole que saliera con él a disfrutar la noche y terminó aceptando sólo para que su amigo lo dejara en paz.
Al estar parado ahí, con una cerveza en su mano, viendo como su amigo bailaba alegremente con una rubia de largas piernas, supo que había sido mala idea haber ido.
Otra rubia, de cabello más corto, al parecer amiga de la persona que bailaba con Mark, se encontraba a su lado diciendo cosas sin sentido en su oído. Ella fue acercándose cada vez más y cuando estuvo a punto de lograr su cometido y robarle un beso, fue cuando Chan miró por encima del hombro femenino y reconoció una silueta muy familiar en la barra de bebidas.
Su cuerpo se movió involuntariamente, dejando a la rubia con cara de confusión y decepción.-¿Minho?- Habló tocando su brazo.
El chico acababa de llevarse un trago de vaya a saber qué bebida alcohólica a su boca cuando dirigió su vista a quién lo había llamado. Sus ojos estaban cristalinos y su rostro serio. Chan quiso preguntarle cómo había podido ingresar al bar siendo menor aún pero no lo hizo para no generarle problemas. -¿Cuánto has bebido?- Preguntó en cambio, con un tono más autoritario.Minho se encogió de hombros y llevó otro largo trago a su boca. Iba a pedir otra botella cuando sintió el agarre de Bang en su muñeca. Quiso decirle que lo soltara, que lo dejara en paz. Pero se trataba de Bang Chan, y ante su toque no podía reaccionar.
Se tambaleó todo el recorrido hasta fuera del bar y allí fue cuando Bang aflojó su agarre.
¿Qué haces en un lugar como este y bebiendo tanto?- Preguntó cruzándose de brazos.Minho rió con ironía y rodó sus ojos. ¿Eres mi niñera?- Su lengua era torpe al soltar cada palabra, debido a todo el alcohol que había ingerido y apenas podía mantenerse en pie.
-Voy a llevarte a casa.- Quizo volver a agarrar de su brazo pero Minho se soltó rápidamente.
-¡Déjame en paz Bang!- Su voz era fuerte, más no eran gritos. En ese momento Chan no logró encontrar la dulzura que tanto le gustaba. -¡Déjame solo en mi miseria! ¿Acaso crees que quiero que mi madre me vea así? ¡Por supuesto que no! por eso estoy aquí.-
-¿Por qué lo haces? ¿ocurrió algo?- Habló lo más tranquilo posible. -Lo que sea que haya pasado, no va a solucionarse con alcohol, así que no volverás adentro.-
-No estamos en la escuela ahora, no tienes autoridad sobre mí aquí.- Volteó para volver hacia dentro, cuando sintió un agarre en su mano.
La mano de Chan era tan cálida y las mariposas de su estómago se hicieron presentes con más fuerza que nunca.Chan lo arrastró hasta su auto y prendió su cinturón de seguridad, luego subió y condujo hasta el único lugar al que podría ir. Su departamento.
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INSOMNIA [MINCHAN-BANGINHO]
FanfictionPrimer día de clases, nueva escuela, nuevos alumnos. Había varias cosas de las que el profesor Bang podía preocuparse. Sin embargo, todo eso se esfumó de su mente cuando al entrar a su nuevo salón de clases y presentarse se percató de aquel muchacho...