TREINTA Y OCHO.

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No supo en qué momento había llegado a su hogar. Estaba mareado, confundido y herido. Un sentimiento de culpabilidad apoderándose de todo su ser.

Su madre ya había llegado y se encontraba en la cocina preparando el almuerzo.
-¡Hijo! estaba preocupada, ¿por qué tardaste tanto?-

-V-vine caminando.- Respondió mirando hacia al frente, sentándose en una de las sillas.

-¿Qué sucede Minho? ¿Te duele algo? ¿Estás bien?- Preguntó la mujer preocupada, sentándose a su lado. Minho negó con su cabeza y comenzó a llorar. -Hey bebé, ¿qué pasa? Dímelo.-

-N-no, no, n-no p-puedo.- Balbuceó.

-¿Por qué no? Minho.. bebé me estás preocupando ¿qué tienes?-

-Vas a- a enojarte, t-te vas a d-decepcionar aún más d-de m-mi.- Sentía como el aire le estaba faltando, como el llanto no permitía la entrada de nuevo aire a sus pulmones.

-No, no, no es así.. dime ¿acaso te fue mal en un examen? No importa bebé, estudia más para la próxima.- Dijo tomando sus manos pero éste las sacó de inmediato.

-Y-Ya no lo s-soporto mamá... P-Perdón perdóname p-por favor.-

-Minho ¿qué pasó?- Ahora su voz sonó más fuerte debido a la desesperación que le causaba no saber de qué hablaba.

-Est-estoy enamorado. T-te juro que estoy e-enamorado como nunca antes.- Su labio temblaba furiosamente. -Es am-amor te juro que e-es amor, por favor n-no te enojes no p-puedo soportarlo.-

Su madre lo miró confundida. -¡Hey! pero está bien, no es algo por lo que me debería enojar o sentirme decepcionada de ti amor. Me alegra que te sientas enamorado.-

-¡No! N-no... no entiendes.-

-¿Qué es lo que debería entender? Por favor explícame.-

-Es-estoy enamorado de... d-de... un hombre.-

El rostro de la mujer palideció por completo para luego ir tomando un color rojizo. -¡¿QUÉ?!- Gritó y podía jurar que se escuchó en todo el vecindario. -¡¿De qué estás hablando?! ¡Dime que no hablas enserio! ¡Minho dímelo!- Volvió a gritar, parándose de su silla.

Pero Minho sólo pudo agachar aún más su cabeza mientras se sentía más y más mareado debido a la falta de aire. -Lo s- lo siento.- Pudo apenas formular en un susurro.

Su madre quedó muda, quiso volver a gritar, quiso volver a pedirle que dijera que estaba bromeando, pero nada salió de sus labios. Volvió a sentarse con pesadez y clavó la vista en el pequeño desastre que era Minho en ese momento. -¿Quién es él?- Preguntó con voz dura.

Lo que hizo aumentar los sollozos de su hijo. ¿Realmente era capaz de decírselo?
-M-mi pr-profesor de l-literatura.-

Parecía que los ojos de la mujer saldrían de su órbita de lo mucho que los abrió. Esto no podía estar pasándole. Su hijo. Su amado hijo enamorado de un hombre. De un profesor, que de seguro era unos 15 o 20 años mayor que él.
Sabía que las nuevas amistades de Minho lo llevarían por mal camino.

-Y-yo l-lo sabía desde hace m-mucho tiempo. N-nunca me gustaron las c-chicas. No culpes.. no culpes a Jae y a Lix p-por esto.- Dijo como leyéndole el pensamiento a su madre.

-Vete con alguno de ellos dos hoy. Déjame sola. Quiero pensar y no quiero verte.- Le dijo de la manera más cruel antes usada.

Minho asintió con el corazón roto, y fue a su habitación por algo de ropa y cosas importantes, para luego salir de su hogar sin siquiera avisar. De todos modos a su madre no le importaba.

Se detuvo a tomar una gran bocanada de aire antes de tocar el timbre

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Se detuvo a tomar una gran bocanada de aire antes de tocar el timbre. Medio minuto después la puerta fue abierta y quien estaba frente a él se congeló al verlo en ese estado.

-Minho ¿qué pasó?- Al no obtener respuesta, tomó la mochila que colgaba del hombro de el contrario y abrió más la puerta permitiéndole entrar.

-Mamá m-me... me echó de casa.- Dijo esforzándose por no quebrarse otra vez.

Se sentaron en el sofá y le contó con lujo de detalles todo. Desde la charla con Jinyoung hasta el momento en que abandonó su hogar. Lloró un poco más pero ésta vez tuvo un hombro en dónde sostenerse.

-Tranquilo, puedes quedarte aquí el tiempo que quieras, sabes que no me molestas y a mis padres tampoco. Te adoran, como yo.- Dijo rodeándolo con sus brazos.

-G-gracias Jae... no sé q-qué haría sin ti.-

Ungjae ya había almorzado pero no se molestó en volver a cocinar para que su amigo comiera. Se encargó de alimentarlo bien y de hacer que tomara un baño para relajarse.
Para cuando salió, ya se había encargado de preparar dos tazas de chocolate caliente con algunas galletas que su madre había horneado la noche anterior. También había dos mantas en el sofá y en la pantalla del gran plasma, una imagen congelada de lo que parecía ser una película que había elegido para ambos.

Y Minho volvió a repetirlo en su cabeza.
No sabría qué sería de su vida sin Ungjae.

.


Hola hola🥰

¿Quién quisiera un amigo como Jae? Yo si ah

He estado un poco seca de inspiración para escribir, y siento que lo estoy haciendo todo mal😔
Por eso si tardo en actualizar sepan disculpar, quiero dar lo mejor de mí.

Gracias por leer y darle una oportunidad a Insomnia, sus comentarios me dan mucha fuerza y motivación.

Esto es todo por hoy.

No olviden cuidarse mucho, les quiero😔💖


INSOMNIA [MINCHAN-BANGINHO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora