28. Verdades y mentiras.

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— Dexter — pronunció, casi saboreando la palabra y enseguida, soltó mi agarré, dando un paso atrás y desviando la mirada a su recientemente expuesto tatuaje — Hace mucho no me llamaban así —. Hizo una pausa, volviendo su atención a mi con algo de sorpresa — Ahora veo, esa fue la razón por la que pediste ir conmigo e incluso nos diste un tiempo de ventaja.

— Tu mismo lo dijiste, soy inteligente y tengo mis propias técnicas para aprovecharlo — apreté los labios, haciéndole un ademán para que continuara —Ahora, tienes un minuto para aclararme qué está ocurriendo si realmente quieres salir con vida de esta isla.

Una mueca de disgusto y resignación precedió sus palabras.

— Kill-J y yo fuimos entrenados de la misma manera en que tu lo fuiste, no puedo decir que con las mismas técnicas, ni siquiera se si para los mismos propósitos y mucho menos poseíamos tus mismas habilidades, pero si fuimos tomados desde pequeños y crecimos juntos mientras nos formabamos, de allí que resultásemos un equipo imparable.
O por lo menos lo fuimos hasta hace dos años, la primera vez en que se nos mencionó tu caso y la necesidad de recuperarte con vida, así como recuperar todo lo que se relacionase a ti.

— ¿Su empresa estaba interesada en mi?

— No solo nuestra empresa, habían cientos de personas tras los vestigios del proyecto M, pero pocos llegaban a saber el punto de partida. Tan solo el gobierno,  un par de organizaciones mas y nosotros llegamos a dar con tu paradero, pero enfrentarnos por la ganancia resultó para nada productivo y, al final de todo, ustedes habían desmantelado a la mitad, mientras la otra mitad había caído en batallas inútiles entre nosotros mismos.
En todo caso, la última vez que recuerdo haber combatido junto a Kill-J, sabíamos dónde estarían e incluso que buscaban unos expedientes, por lo que decidimos entrar al edificio solos. Luego de un tiempo, cuando vimos a tu novio y otro chico que no recuerdo haber visto de nuevo, hubo una explosión y antes de que pudiéramos reaccionar el edificio se fue abajo.

— El día en que Ryan murió— completé y no demoró en negar con la cabeza llevando la mano a su bolsillo trasero y sacando una hoja arrugada, doblada en cuatro y con algunas manchas.

La extendió frente a mi, dejándome ver un acta de defunción.

— Ambos fallecimos ese día, pero por alguna razón, alguien decidió que Dexter debía revivir, el único problema es que yo había dejado de ser necesario para que ocurriera— señaló directo al nombre en la parte superior, donde se leía "Ryan Evans" — Este fue el documento que se me entregó al despertar, luego de que se me dijera que podía reiniciar mi vida como alguien más, aun así, parecían estar convencidos de que el sujeto que se leía ahí se trataba de mi.

—Entonces Ryan...

—Ryan despertó como Dexter, mucho antes de que yo lo hiciera, mucho antes de que pudiera hacer algo al respecto — Se detuvo guardando nuevamente el documento — Quise creer que se había tratado de una estrategia, que mi vida había peligrado hasta tal punto que utilizar a Ryan daba igual si estaba muerto, pero no fue así. Mi desarrollo en el hospital fue regular y estable, incluso mucho mas que el de tu novio. Quien sea que lo decidió, estaba totalmente consciente de lo que hacía y planeaba algo al hacerlo pasar por muerto e introducirle una nueva vida.

— ¿Y que pasó contigo?

— ¿Que pasó conmigo? — Cuestionó en un tono irónico y notablemente resentido — Fui desechado, sin dinero, sin un hogar al que recurrir, sin un futuro y sin un pasado sobre el que pudiese sostenerme. Fui reemplazado y a nadie pareció importarle.

— Ni siquiera a Kill-J— Musité, notando un fugaz cambio en su expresión que trató de ocultar.

— Unos meses tras el incidente, logré interceptarlo en una de sus misiones. Trabajaba solo.... al parecer estaban entrenando al nuevo Dexter de la manera en que él lo había pedido y según había escuchado, era incluso mejor que yo asumiendo mi reputación. En todo caso, cuando lo intercepté fue totalmente irreverente a mi presencia, me pidió marcharme, olvidarlo todo y dejar que las cosas continuaran. Me dijo que mi tiempo de utilidad había terminado, que ya no me necesitaban.

Sin reglas ni principios 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora