Estacioné el vehículo en el parking del centro comercial en el que había quedado con James y bajé del coche para dirigirme al salón recreativo donde, seguramente, ya me estaría esperando.
Caminaba sin prisa por los inmensos pasillos con una sonrisa pequeña y estúpida pintada en la cara mientras recordaba esos ojos verdes tan impresionantes.
Estaba feliz, ¿para qué te voy a engañar? Trabajaba donde siempre quise hacerlo, tenía pocos amigos pero fieles y leales y volvía a estar con la persona a la que quería. Así que sí, era completamente feliz después de todo.
Quizá pienses que tardé muy poco en perdonar a Axel, pero de verdad que él era el amor de mi vida. Puede que no fuera la mejor persona del mundo y que no siempre hizo las cosas bien, pero conmigo era totalmente diferente y me prometió que me iba a demostrar que había cambiado, que ya no era el Axel que conocí cuando me aceptó como pago de una estúpida deuda por parte de un asqueroso y diabólico hombre, al que por cierto, y gracias a dios, no había vuelto a ver.
No sabía qué había pasado con Drew ni me importaba, ahora sólo me preocupaba mi nueva vida; mantener mi empleo, salir a divertirme, empezar de cero con Axel... pequeñas cosas que me hacían sentirme bien conmigo misma.
Encontré a James apoyado en la pared, cerca de la puerta del salón recreativo, con una mueca de aburrimiento en la cara mientras daba golpecitos en el suelo con la punta de su zapato. Cuando me vio puso los ojos en blanco y levantó las manos al cielo como queriendo decir: "¡por fin!".
–No pongas esa cara –me quejé–, no he tardado tanto.
–Habíamos quedado hace casi media hora –replicó molesto.
–Había tráfico –me encogí de hombros abriendo la puerta para entrar al salón.
–Sí, ya...
El ruido de la gente y de las máquinas penetró mis oídos mientras caminábamos hacia el juego de los dinosaurios que tanto nos gustó la primera vez que vinimos. Tuvimos que esperar a que un par de chicos terminaran la partida para poder jugar nosotros.
–¿Lista para ser machacada otra vez? –su tono jocoso me hizo mirarle con los ojos entrecerrados.
–Ya veremos quién machaca a quién –murmuré en tono burlón pero amenazante.
La partida empezó y comenzamos a disparar a los dinosaurios mientras nuestros avatares corrían por la selva. El tiranosaurio final apareció pocos minutos después y juntos acabamos con él. Cuando el juego terminó revisamos los puntos que habíamos conseguido disparando.
Puse los ojos en blanco cuando vi mi puntuación.
–Creo que alguien ha mordido el polvo –dijo James burlándose de mí.
–Sólo has matado a tres más que yo. Tienes que reconocer que soy buena en esto.
–Nunca dije que fueras mala, sólo que yo soy mejor –aclaró él, y me sacó la lengua.
No pude evitar reír ante su acción infantil y él sonrió.
Después de eso nos fuimos a jugar a la máquina de baloncesto, donde teníamos que encestar las pelotas en la canasta. Jugamos cuatro partidas seguidas y luego nos fuimos a otra en la que había que lanzar pelotitas y tirar a los muñecos de la estantería.
Disfruté mucho de la compañía de James, era muy agradable y divertido y me reía con casi todo lo que él decía.
Finalmente, decidimos ir a comer como la otra vez y fuimos al mismo restaurante de comida rápida. A los dos nos gustaba la comida basura y no había mucha gente en el local, así que aprovechamos para comer aunque fuera un poco temprano.
![](https://img.wattpad.com/cover/207775194-288-k991057.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Nada más importa si estás junto a mí (Libro #2)
Teen Fiction(Continuación de "Nada más importa") Cuando lo vi de nuevo, no pude apartar mis ojos de los suyos ni por un segundo, la intensidad de su mirada era tan fuerte que me había quedado hipnotizada y petrificada en mi lugar. Mis extremidades comenzaron a...