21.13 horas.
Narrador omnisciente:
Mateo observaba horrorizado la escena. Recuperó la conciencia en el momento que Nicolás cargaba contra su padre, y vio cómo se desintegraba entre lágrimas. Su cuerpo no respondía, su voz no salía, necesitaba gritar. Manuel lo tomó por los hombros y lo obligó a llevar su rostro sobre su pecho. Mateo se limitó a cerrar los ojos, hasta que una voz lo hizo volver en sí.
— Perdón, no tuve otra opción. — le decía el ojiazul mientras caminaba hacia el centro del círculo, con un tono compasivo. — Una vez hecho el pacto, es irreversible.
Mateo se sentía abrumado, ¿cómo pudo pasar esto? Él venía a salvarlos, se supone que los protegería. Sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente. Su madre lo había rechazado, y ahora su padre estaba muerto. Perdió el conocimiento unos segundos después.
— Mejor nos vamos rápido, ya están en camino. — alertó Nicolás al grupo. — Vainstein, formen un círculo alrededor de Trueno por favor.
Posó su mano en el centro, y la figura entera comenzó a brillar. De los pentagramas con nombres surgieron pequeñas partículas luminosas mientras un vórtice tormentoso se formaba alrededor del círculo. En el horizonte ya se divisaban nuevos enemigos, tres enjambres se dirigían al edificio a toda velocidad.
Las partículas comenzaron a girar velozmente sobre cada uno de los presentes mientras el ojiazul acumulaba poder en su mano derecha y se ponía de pie.
— Pero antes, vamos a dejarles un regalito de despedida a estos putos. — pronunció el pelinegro alzando su mano izquierda. — Condena Solar: Supernova. — conjuró. Un pequeño punto de luz apareció sobre su mano, que con un leve ademán, se elevó un poco. El calor que emitía llegaba a cada rincón del lugar, era como estar expuesto al Sol. — Vamos. — dijo Nicolás, cerrando su puño derecho. El grupo entero desapareció luego de un segundo.
Los enjambres bombardearon el edificio demasiado tarde, y comenzaron a rodearlo en busca de sus objetivos. El punto de luz flotante emitió un leve resplandor, dando paso a una colosal esfera de fuego. El orbe creció hasta consumir todo el edificio, incinerando a las sombras en el proceso. Un minuto después, sólo quedaban unos pilares derretidos rodeados de cenizas.
Segundos después, los ojos del grupo se acostumbraban a la nueva iluminación, mientras miradas curiosas exploraban todo el lugar. Una gigantesca sala se presentaba ante ellos. Pantallas holográficas centelleaban y decenas de personas se movilizaban de un lado a otro.
— Bienvenidos, los estábamos esperando. — pronunció una morocha, captando la atención de todos. — Mi nombre es Victoria, y voy a ayudarlos a empezar con la transición. Primero hablaremos familia por familia, luego con los adultos y los chicos por separado.
La multitud comenzó a movilizarse a la salida. Cada familia seguía a un representante que los llamaba por apellido. A los más ancianos les ofrecieron sillas de ruedas, mientras que a la madre de Ecko la transportaban en camilla para revisarla igual que a Trueno.
— Esa chica es como el otro, no? Una quinta? – le preguntó su padre a Wos.
— La de la luz creo. Cómo sabemos esas cosas? Es por lo que nos hizo el otro chico? — continuó luego su madre.
Wos se alarmó, se había olvidado de Nicolás. Giró hacia el centro del grupo, y lo vio ahí, parado con su mano derecha cubriendo la herida del estómago y la izquierda colgando a su lado, la sangre goteaba por sus dedos. El menor de los Oliva se acercó al pelinegro y lo atajó de caer cuando comenzó a tambalearse.
— Gracias, estoy bien, no es nada. — dijo Nicolás mientras se enderezaba para caminar.
— Nos salvaste a todos ahí pibe, no digas que no es nada. Cómo aguantaste tanto? — preguntó Wos mientras lo ayudaba a avanzar.
— No me quedaba de otra, ustedes confiaban en mí, y no les podía fallar. — contestó el ojiazul. Dieron unos pocos pasos más, hasta que Ecko llegó ante ellos.
— Gracias, gracias, gracias. — repetía entre lágrimas mientras abrazaba a Nicolás, que lo rodeó con un brazo. — Salvaste a mi vieja, nunca voy a poder agradecerte lo suficiente.
— Tranquilo, era lo mínimo que podía hacer. Tu vieja se arriesgó mucho ahí, no podía quedarme de brazos cruzados. — respondió el ojiazul. — Ouch.
— Y ahora sólo restan ver las represalias. — agregó Victoria mientras se aproximaba a ellos.
— Dejame en paz Vic. — reprochó haciendo un leve puchero. — No ves que estoy lastimado? — continuó entre risas. Victoria le dio un golpe en el brazo.
— Por pelotudo, te dije que me esperaras. — dijo la morocha. Se notaba su enfado. — Ahora vamos antes de que te pongas peor.
— Puedo sólo, fueron unos raspones nomás. — contestó el ojiazul con un tono más serio.
Wos y Ecko cruzaban miradas confundidos ante la escena, la tensión se hacía notar. Nicolás se liberó del apoyo de Wos mientras le agradecia para continuar sólo. Tres pasos bastaron para que el ojiazul se desplomara ante ellos.
— Bueno, capaz es un poco más que un raspón. — dijo el morocho tendido en el suelo.
— Sos un idiota, quedate quieto. — le dijo Victoria, se le notaba más preocupada. — Traigan el agua, rápido. Sepárense un poco chicos, así no se mojan.
Un tanque cisterna apareció sobre ellos y se posicionó sobre Nicolás. Una sorprendente cantidad de agua fue liberada sobre él, como si estuviese bajo una catarata. Wos y Ecko miraban atónitos la situación, eran los únicos del grupo que aún estaban ahí.
— Vayan, sus familias los deben estar esperando. Él va a estar bien, sólo necesita recuperarse. — les dijo la morocha mientras observaba el agua caer. Los chicos asintieron y comenzaron a caminar hacia la salida. Una chica los esperaba para guiarlos.
— Boludo, viste toda esa agua? — preguntó Wos un tanto extrañado.
— Si, es muchísima. Espero que esté bien. Tiene que estar bien. — contestó preocupado Ecko mientras una lágrima recorría su mejilla.
— Tranqui, vos viste todo lo que hizo, seguro se recupera. — le dijo Wos mientras pasaba un brazo sobre su hombro. Necesitaba que su amigo se calme, aunque aún una pregunta rondaba su cabeza. Estaban tirando miles de litros, pero el agua no se esparció por el piso. ¿A dónde estaba yendo tanta cantidad de agua?
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Vínculos
Fanfiction- Lunfardo argentino. - Algunos ships del 5to. - Historia de creación propia con referencias a otras obras. - Temática fantástica, sobrenatural, ciencia ficción. - Prohibida cualquier copia o adaptación.