Capítulo 3: Origen - III

93 19 4
                                    


23.04 horas.

Narra Dam:

Llevamos alrededor de cinco horas esperando, y no ha pasado absolutamente nada, más que Daniel peleando con Mateo por el último pedazo de pizza, niños chicos. Los Quintos nos contaron más sobre la caída del panteón hindú, y nos mostraron cómo funcionaban las otras "Cóleras".

La "Paz de Vishnu" invocó a un colosal gigante de resplandor celeste con cuatro brazos. Según nos dijeron, se encarga de defender un lugar o una persona asignada, y es muy difícil de vencer. Luego está la "Ira de Shiva", que invoca unas gigantes manos de brillo amarillo, que emulan los movimientos de su conjurador. Es como pelear mano a mano con un títere gigante.

En determinado momento comencé a sentir un extraño picor en el brazo derecho. Se fue intensificando desde el hombro hacia el antebrazo, pero comenzó a arder en la palma de la muñeca y me preocupé. Llamé la atención de los chicos que vinieron rápido hacia mi, Agustín me inspeccionaba el brazo mientras Valentina aligeraba el dolor.

   — Córranse para atrás. Rápido! — exclamó el ojigris, invocando una extraña hacha. — Vamos a tener que amputarle el brazo antes de que sea tarde. — soltó con un tono demasiado serio, y me congelé.

   — Callate imbécil. — dijo Emiliano detrás de él, lo tomó de la muñeca y lo lanzó varios metros hacia atrás. — Te está jodiendo el muy pajero. Estás bien, se está revelando tu habilidad nomás. — agregó.

Y logré respirar, al cabo de unos segundos un dibujo apareció, un semi círculo cruzado por una línea perpendicular que terminaba como una flecha y otra línea la cruzaba también, como uniendo los bordes del arco, sin tocarlos. Todo brillaba con un extraño tono amarillo. Valentina lo analizó y llamó a Nicolás.

   — Este te va a tocar a vos. — soltó la Quinta. — Magia de Proyectiles, es muy buena loquito.

   — Magia de proyectiles? Qué es eso? — cuestioné, bastante confundido. El Quinto del Agua invocó un arco plateado en su mano y al tensar el hilo de luz una flecha nació. ¿Seré un arquero entonces?

   — Esto es lo básico, pero vas a poder usar armas de fuego también. La Magia de Proyectiles más que nada potencia tus sentidos, sobre todo la vista. — dijo respondió Nicolás. — En esencia, vas a poder acertarle a todo lo que esté en tu campo de visión, pero además, podés controlar tus disparos, curvar trayectorias, y varias cosas más. Es muy poderosa. Ahora, concentrate en tu mano y trata de imaginar un arco, sin muchos detalles, solo el cuerpo y la cuerda que une ambos extremos. — ordenó.

Y así lo hice, al cabo de largos minutos y varios intentos fallidos, tenía un arco de luz dorada en la mano. Tenía un agarre firme, a pesar de estar hecho de nada más que energía. Tensé la cuerda y una flecha apareció y desapareció al aflojar el agarre. Valentina señaló un muñeco con varios círculos en el pecho.

Y solté la flecha, que vergonzosamente terminó unos treinta metros lejos del objetivo, algo que se repitió en varios intentos. Al soltar la siguiente sentí como podía dirigirla con la mirada, así que me concentré en el muñeco, y esta vez, lo rozó. Ya tenía mi victoria del día, aunque insistieron en que siguiera. Cargué otra flecha y la solté, pero un saludo me desconcentró, y Agustina entraba en la sala. La flecha giró, directo hacia ella.

Cerré los ojos por pánico, cuando volví la vista Emiliano estaba frente a ella, pero la flecha estaba incrustada en una barrera blanca, apenas visible. El Quinto de la Tierra volvió la vista al grupo y gritó por Mauro. Todos lo observamos sorprendidos. Tenía una mano alzada rodeada de una pequeña estela de energía y sus ojos brillaban en blanco a pesar de su expresión de temor.

   — Cómo hiciste eso Lit? — preguntó Victoria mientras se acercaba a él. Tomó su brazo y revisó su muñeca. Un óvalo atravesado por una línea a lo largo y dos círculos pequeños despedía un fulgor blanco.

   — N-no s-sé. Vi que la cosa le iba a pegar y me asusté, me salió s-sólo. — respondió, muy nervioso.

   — Quién lo hubiera imaginado, es Especialista en Barreras. — soltó Agustín, con un rara satisfacción.

   — Básicamente podés crear todo tipo de escudos, barreras o murallas. — agregó la Quinta de la Luz. — Y en eso soy la mejor, así que vos venís conmigo. Podés usarla para defender a otros o a vos, podes encerrar a alguien, etc. Vas a aprender a emplearla contra magia, ataques físicos, hasta combinados.

   — No sé qué carajos está pasando, pero perdón por molestar, necesito hablar con Daniel. — dijo Agustina en un tono serio. El teñido se alejó con ella para charlar más tranquilo.

   — Bueno, así que tenemos Magia de Proyectiles y Especialista en Barreras. Interesante. — analizó Nicolás mientras pasaba su pulgar por el mentón. — Dam, dale concentrate y seguí practicando.

   — Lit, vení así te explico lo básico. — agregó Vic detrás de mi.

   — Por qué él sí tiene explicación básica y yo no? — protesté, a lo que Nico rió.

   — Porque no hay guía rápida, tenés que enfocarte en tu objetivo y hacer que la flecha lo atraviese. Es la mejor manera de aprender, tus ojos se van a acostumbrar y luego vas a poder controlarlo mejor. — sentenció el ojiazul, cruzando ambos brazos. — Mirá.

Conjuró su arco plateado nuevamente y lanzó una flecha hacia arriba, que desapareció unos metros luego de partir. Un segundo después, un centenar de saetas caían sobre el desgraciado muñeco. Parecía una lluvia, pero de flechas, y altamente destructivas, que al parecer odian a los muñequitos con una marca de objetivo en el pecho. Varios muñecos más aparecieron para reemplazar a su compañero caído.

Estuve practicando media hora más, intentando concentrarme entre el murmullo de los chicos, la discusión de Daniel con su hermana y los lloriqueos de Lit por no poder crear una barrera completa. Pero avancé, ahora lograba asestar dos disparos a la vez, pero el tercero siempre se desviaba. Seguí practicando un rato más, que duró muy poco, unos diez minutos después entró el padre de los Ribba hecho una furia.

VínculosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora