22.27 horas.
Narrador omnisciente:
La familia Vainstein caminaba por un blanco corredor, siguiendo a una muchacha vestida de negro. Abián iba al frente con su hija a su lado y cargando al menor de sus hijos, mientras que Manuel detrás de ellos acompañaba con su madre la camilla en la que transportaban a Mateo, quien aún seguía inconsciente. El castaño estaba realmente preocupado por su amigo, la desesperación se acumulaba dentro de él.
— Va a estar bien, sólo necesita descansar. — dijo un chico al girar por otro corredor. — Yo los acompaño desde acá, gracias. — saludando a la guía que se alejaba por el pasillo. — Soy Emiliano, el Quinto de la Tierra, pero pueden decirme Emi. Ya que Trueno está con ustedes, imagino que saben por qué quiero ser yo quien los reciba. — Los mayores asintieron, y Manuel también lo comprendió. Teo perdió a toda su familia, necesita alguien para que lo ayude.
— Pasen por acá por favor. Ania y Martín pueden esperar ahí? Hay muchos juguetes para entretenerse mientras hablamos. — dijo Emiliano señalando un rincón de la sala.
— Podemos papi? — preguntó la menor, a lo que su padre asintió y los niños corrieron hacia el lugar. El resto de la familia se acomodó a lo largo de una mesa y el anfitrión se sentó del lado opuesto.
— Primero que nada, él va a estar bien, no? No responde cuando lo llamamos, y no se ha movido desde que llegamos. — preguntó preocupada Catherine Biquard, la señora de Abián, observando a Mateo. Emiliano se puso de pie, se aproximó a la camilla y pasó su mano en el aire sobre el pecho y cabeza del menor.
— Si, un poco de sueño lo dejará como nuevo, el golpe no lo lastimó mucho, pero sumado a toda la situación, quedó abrumado. Su cuerpo optó por "apagarse" un rato para que descanse. — contestó el castaño, haciendo comillas con los dedos.
— Esto es terrible, conocí a Pedro, no entiendo por qué haría algo así. — dijo el señor Vainstein, pasando luego su mano por el rostro, en señal de frustración. — Siempre la peleó por el hijo, trató de sacarlo adelante con todo. Por qué lo pondría en riesgo?
— Porque así funcionan ellos. — contestó en un tono serio Emiliano. — Buscan las debilidades e inseguridades de su objetivo y las tapan con falsas promesas. Por lo que sé, Pedro no lo hizo por poder, como la mayoría, sino que buscaba asegurar el futuro de Trueno.
— Y-y por qué matarlo entonces? – preguntó tímidamente Manuel. — Digo, no había otra opción?
— No. El pacto corrompe la Esencia misma de una persona, y purificarla la destruye. Nicolás lo sabía, también sabía lo que pasaba por la mente de Pedro, por eso intentó hacerlo de la forma más pacífica posible. — respondió Emiliano. — Y sé que para ustedes no tiene nada de pacífico que lo decapitara, pero les aseguro que el ataque que usó evitó un sufrimiento innecesario.
— Eso ya no importa, lo que importa es qué hacer con Mateo. La madre no quiso venir por lo que escuché. Entonces no tiene a nadie, pobre niño. — continuó la señora Biquard, lamentándose.
— Si, es un niño, no puede quedar a la deriva. — dijo el señor Vainstein, tomando la mano de su esposa. — Cuáles son las opciones?
— Por eso vine yo a recibirlos. Como ya se les dijo, ustedes tienen un trabajo asegurado en alguna dependencia de la República, es algo que solucionaremos luego. El costo de vida acá es bajo, así que por el dinero no deben preocuparse. — explicó el Quinto. — Tampoco por los gastos de Teo, de eso nos encargamos nosotros. Pero, el dinero no es nada si uno está sólo, así que mientras venían para acá, analizamos todas las posibilidades de reintegro de Mateo en una familia, y como se darán cuenta, ustedes son la mejor opción, si están de acuerdo. — finalizó. Los mayores cruzaron miradas y asintieron a la vez.
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Vínculos
Fanfiction- Lunfardo argentino. - Algunos ships del 5to. - Historia de creación propia con referencias a otras obras. - Temática fantástica, sobrenatural, ciencia ficción. - Prohibida cualquier copia o adaptación.