Capítulo 3: Origen - VI

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21.07 horas.

Narra Trueno:

Estaba furioso conmigo mismo, me sentía patético, un fracaso. Con lo mucho que me emocionaba todo esto, aún seguía sin tener ni una mínima prueba de mis capacidades. Me puso feliz que Manu al fin conociera sus habilidades, pero ese simple hecho provocó que empezara a dudar de mi mismo. Quería gritar y no podía, no sin preocupar a los chicos. Atiné a golpear el suelo para descargarme, y todo se sacudió a mi alrededor.

No lograba entender qué pasó, me volteé a ver si fue algo de los chicos pero solo encontré a Manuel detrás de mí, mirándome con una mezcla de miedo y sorpresa. Emiliano se acercó a mí rápidamente y posó su mano en mi frente. — Paz. — susurró y logré calmarme. Luego seguí su mirada que estaba fija en el piso, a mi lado, y me estremecí. Había una gran grieta en donde había golpeado, nada tenía sentido.

   — Será posible? — preguntó Valentina mientras se hincaba a mi lado y dejaba caricias en mi espalda.

   — D-e qué hablan? Qué e-es posible? — pregunté. No me gustaba nada su tono de sorpresa.

   — Hace banda que no aparecía uno. — agregó a su espalda Agustín con ambas manos detrás de su cabeza. — Cuánto? 1500 años, más o menos? — finalizó.

   — Si, 1500 y pico de años. — confirmó Victoria. Todos me miraban demasiado fijo, me sentía abrumado.

   — Calmate, Teo. — dijo Emiliano, me tomó del hombro y agarró mi mano derecha observando mi muñeca. No me había percatado del ardor, pero en ella se habían dibujado cuatro líneas horizontales, siendo las del centro más grandes que las de los extremos. — Sos un Maestro Elemental de Tierra.

   — Qué mierda es eso? — chillé, lo que robó una risa de los Quintos. Los chicos observaban confundidos.

   — Tranquilo, es algo bueno, en realidad. — explicó Vale en un tono calmo. — Nos sorprendió porque hace mucho no encontrábamos a uno. Pero esto sólo demuestra todo el potencial que tenés.

   — Soy al único que le gusta esta paradoja? En serio Trueno es un Maestro Tierra? — soltó Nicolás.

   — Ves Mateo? Ni para hacer honor a tu nombre servís. — bromeó Lit, recibiendo un golpe en la nuca de parte de Spallatti. — Ay, wacho violento.

   — Felicitaciones pendejo. — dijo Ecko sonriendo, algo que el resto de los chicos replicaron.

   — Pregunta. — alzó la mano Wos. — Qué diferencia tiene con la Magia? Tipo, hay una Magia de Tierra también, no? — consultó.

   — Si, pero digamos que la mayor diferencia entre Magia elemental y Maestría elemental es la interacción del usuario con su elemento. — explicó Emiliano. — La Magia hace uso del elemento, mientras que un Maestro se vincula con su Esencia al mismo. Es capaz de manejarlo mejor, moldearlo mejor e incluso nutrirse de él.

   — También existen los Maestros de Escarcha? — preguntó Dani, que parecía algo decaído por el tema.

   — Nunca hemos encontrado uno, la Maestría elemental que conocemos siempre se ha limitado a Fuego, Agua, Aire y Tierra. Ni siquiera la Luz tiene algo similar. Pero, la Existencia es extensa, así que tampoco puedo negarlo. — explicó Vic. — Para que entiendan mejor, existen tres formas de manejar los elementos, cada una se diferencia según el nivel con el que la Esencia del usuario se vincula con su propio elemento.

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