Capítulo 3: Origen - II

100 19 8
                                    


25 de Enero de 2020.

17.36 horas.

Narra Dam:

Estaba junto a Matías y los Quintos esperando por si alguien más venía. Ecko me avisó que Lit le había confirmado, y Agustina me dijo que Dani también pensaba venir. Todavía no logro comprender cómo una chica como ella se interesó en mí, pero no voy a quejarme tampoco. Además, sirve para molestar al teñido.

Al cabo de unos minutos llegaron Dani junto con Valentín, Manuel y Mateo, que venía presentando a los cuatro fantásticos a todo el mundo. Eso le valió un golpe en la nuca por parte de Replik, cosa que sí nos robó una carcajada. Un rato después entró Mauro, con unas ojeras bastante grandes.

   — Ah pero miralo al bello durmiente, dale gil que hace diez minutos estamos acá parados. — bromeó Agustín. Aún me costaba ver a ese chico a los ojos, ese gris tormentoso me aterra un poco.

   — Bueno wacho, no se puede ni dormir la siesta ya. — se quejó el ojiverde. El resto se limitó a reír.

   — Bien, creo que esos son todos. — dijo Emiliano, mientras estiraba ambos brazos.

   — Tan poca gente? — consultó Wos. Dani estaba curiosamente apoyado sobre su hombro, recordé que Agustina me contó que andaba en algo, pero ni a ella sabía bien en qué. ¿Será Oliva ese algo? — Me esperaba a treinta personas o algo así, gritando por poder volar y coso color.

   — Es más común de lo que parece. Hemos reclutado grupos de más de cien personas, y sólo tres se presentaron al otro día. — respondió riendo Victoria. — La idea de tener poder junto con responsabilidades no siempre es bien aceptada, por eso creamos el juramento. Además hay gente a la que simplemente no le interesa, se siente cómoda como está.

   — Y tipo, pueden explicarnos mejor cómo es eso del juramento? — preguntó extrañamente serio Matías.

   — Es básicamente un salvoconducto, para no tener que estar pendiente de lo que hacen. Lo de no lastimar a un inocente me parece que es obvio, miren a los rugbiers imbéciles de Gesell sino, el mejor y peor ejemplo de el poder mal utilizado. — comenzó Emiliano. — Por otro lado, sobre no sacarle rédito personal, es medio confuso, pero para que entiendan, una vez una piba podía implantar ideas en la gente. Tuvimos que desaparecer unos meses y cuando volvimos, había aprobado todos sus exámenes y mucha gente le había "donado" guita para empezar su negocio, ustedes imaginarán cómo. — finalizó.

   — Digamos que no terminó muy bien. Eso fue previo a que creáramos el juramento. — agregó Valentina. Hoy las puntas de su cabello brillaban con más intensidad. Agu me contó que pasaba cuando estaba feliz o emocionada por algo. — Así que luego configuramos el encantamiento, para evitar problemas extra.

   — Y cómo es el juramento ese? Tenemos que recitar algo? Arrodillarnos y rezar? — preguntó Manuel, que parecía más curioso por la jura que por el hecho de tener poderes.

   — Es un Juramento Inquebrantable, similar al que hacen en cierta película de magos, si alguno la vio. — respondió Nicolás. — Sólo que en lugar de matarlos, anula sus habilidades y las sella. Así que si están listos, deberíamos arrancar, porque que sus habilidades se manifiesten puede tardar bastante.

   — Wacho, seguro que no me voy a morir, no? — preguntó Lit escondido tras la espalda de Spallatti.

   — No salame, para qué haríamos algo que los mate? — musitó Agustín, luego de apretarse el puente de la nariz con dos dedos. — Hacen esto por su propia voluntad, ya conocen los riesgos. Empezamos?

VínculosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora