Párpados semiabiertos

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Todo se cae, todo se quiebra.
Todo muere y es...
Pura mierda.

Aquellos días felices se difuminan en mi memoria
si es que alguna vez existieron,
si es que alguna vez hubo algo feliz o bueno
en esta hermosa pero fatídica realidad.

Quisiera dormir por la mañana
y no volver a despertar.
Cuando abro los ojos, me invaden
los sueños cuando me entero
que no tuve ninguna pesadilla.
Estoy tan acostumbrada al miedo...
a este miedo irracional que me tocó soportar.

Quisiera dormir por la mañana, unir los párpados
y nunca despertar.
El suicidio me tienta
casa vez que tomo un utensilio
con filo. En mi cabeza
no paran de repetirse escenas
(que nunca he podido recordar
con claridad).

Pero ahí están.
Ahí están los miedos y las tragedias,
ahí están las palabras y las cadenas
que solo se pueden forjar
a base de gritos y lágrimas.

Todo lo que toco está
condenado a fallar,
a estar roto, a nunca evolucionar.
La muerte me acompaña
pero nunca he visto su cara.
La muerte me acompaña
y me observa dormir en mi sudorosa cama,
esperando el momento en que decida asesinar
la cordura que me queda.

Si abriera mis ojos en medio de la locura temporal,
si abriera mis ojos luego de tomar
alcohol. ¿Qué me quedará?
La consciencia es solo otro producto de la naturaleza,
tiene fallos o nace muerta.

¿Por qué a esa
no la podemos abortar?

Los suspiros desesperados se volvieron gritos ahogados.
Mi cabeza... mi cabeza... mi cabeza...
Es esto tan normal,
cuesta creer que hace unos segundos estuve llorando.
Bah (basta), era solo el berrinche diario.
El abismo me tienta pero no me puedo ahogar
en esos deseos que aparecen cuando
mis dedos saborean el filo de un arma.

Las escenas
se
repiten

pero no las recuerdo con claridad.
No recuerdo lo que hice en mi vida pasada,
no recuerdo lo que hice ayer por la mañana.
Yo
no...
tan solo no,

no los recuerdo
y no me interesa recordar.
Las escenas borrosas que se reproducen dentro
de mi mente frecuentemente son
irrelevantes y las quiero
resetear pero no debo hacerlo.
Si lo hago perderé mi humanidad.
(¿Qué importa?)

Todo lo que hago es en vano,
todo lo que digo es malinterpretado.
No tiene sentido llorar;
no, no lo tiene pero aquí me tienes,
justo enfrente del incoloro espejo
tratando de descifrar
los secretos oscuros que la vida
aún no me ha podido contar.

Y me piden empatía
pero soy
solamente
un cascarón vacío,
una muñeca de sala,
un muñeco de trapo,
un ser de escencia
superficial.

Quisiera volar, irme lejos
pero
me siento atado a eso que no comprendo
y me obligan a ejecutar.
Quizás soy masoquista
u otro párrafo similar a noticias amarillistas:
falso, borroso, sin identidad.

La exactitud de la que carezco
se encuentra en mis intentos por encontrar
baúl donde guardar mi cuerpo
cuando la locura le gane a la consciencia.
Estar loco es más fácil
que sufrir estando cuerdo.

Poesía insípida • #PGP2020 • [ 3 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora