Lo subjetivo es caóticamente bello

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Conoces esa sensación de ver bajar creciendo a una enorme bola de nieves que te aplasta justo al llegar al suelo. Excepto que no es una enorme bola de nieves la que congela tu cuerpo, pues ha sido tu cerebro quien ha materializado todos tus miedos en una pequeña gota de cristal que se deslizó por tus dedos, en silencio, hasta levantar levemente la ola de agua que te enfría justo en este momento. Y lo peor de todo es no saber qué hacer después.

Ya ni siquiera puedo reconocer mi propio rostro en el espejo. Soy incapaz de identificar mi reflejo. Entre mas me conozco a nivel interno, mas descuido lo que no es abstracto, lo que puede tocarse y repararse pero nunca ser eterno. ¿Será esto producto de los cambios físicos?

Admito que lo que mas me aterra en este momento, es saber que en un  futuro me resultará mucho mas estúpido todo lo que estoy sufriendo. Y de por si ya es insignificante todo lo que considero doloroso aunque el dolor sea perecedero. El dolor es intermitente pero perecedero. Aun así, aun así, ¿por qué agonizo y me retuerzo? ¿Por qué siento un nudo en mi pecho? ¿Por qué considero insignificante todo esto pero aún así...? Aun así, lo veo como un sinónimo de infierno.

Y me hundo.
Me hundo rápido
mas nunca profundo
porque no hay razones
para dejar este mundo.
Como tampoco motivos
para abandonar el rumbo.

¿Siquiera hay un rumbo?

Te juro que no recuerdo cómo se veía mi cara antes de esto. ¿Será que por eso los adolescentes se toman fotos frente al espejo? ¿Será que solo por eso los adolescentes van al baño? ¿A tomarse fotos en el espejo? La juventud parece un concepto tan absurdo.

Y yo
estoy
tratando de aplacar las gotas de cristal que amenazan con desprenderse y desmoronar la escasa estabilidad que días antes logré conservar.

¿Realmente tiene sentido todo esto?
¿Debería darle un significado mas escandaloso al tugurio dentro de mi cerebro?
Creo que la palabra depresión le queda pequeño

(a todo esto)

y el concepto
se marchita
como las flores que crecieron
y luego murieron.

Mamá mamá, soy tan ambiguo
que ni yo me entiendo.
Quisiera pedirte ayuda a veces
y luego recuerdo
que tu debes soportar verdaderos tormentos.

¿Cómo viven los adultos en la rutina? ¿Cómo es que no se hunden en la monocromía?

Siento que me siento enfermo
por mas que intento avanzar
mis pies parecen ir en retroceso.
¿Será por eso?

¿Será por eso que ahora me siento tan infantil y frágil? Como hace cinco años, que no me había tragado por completo el significado de sexo. Como hace cinco años, donde todo parecía solitariamente nuevo. Como hace cinco años, donde el agujero en la laguna tomó mi pantorrilla y empezó a jalarme hacia el infierno. Hacia mi infierno. Y sé que puede que el infierno sea un lugar bello, pero quizás lo bello solo se disfruta cuando te has acostumbrado a ello. ¿Y luego?

¿Y luego de salir, de cortar las alas? ¿Y luego de salir con qué me quedo? ¿Qué clase de persona seré si renuncio a mi inferno? Quisiera ser capaz de controlar toda la oscuridad del mundo y hundirme entre gemidos de ultratumba, sin tener que erradicar esto que ahora me perturba.

¿Cómo

se sentirá salir de mi infierno? Salir del agujero en el que parece que me estoy hundiendo (aunque solo aparento estar estancado en un inerte y egoísta desierto) no parece la salida. Dime cómo dejo de pensar en mi misma y me centro en los problemas que ahora no puedo

controlar.

¿Cómo se sentirá salir de mi infierno si ni siquiera sé cuándo estoy dentro?

¿Cómo seré cuando supuestamente supere todo esto si ahora esta parece ser

mi realidad?

Poesía insípida • #PGP2020 • [ 3 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora