Inexplicable

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¿Así de fácil?
Así de fácil era desfallecer, rendirse, dormir
sintiendo la suavidad inestable del porvenir.
¿Por qué no? Soy incapaz de avanzar por mi cuenta.
¿Por qué sí? Soy incapaz de desarrollar una habilidad.
Estoy
estancada entre cuadernos
y libretas que solo se van a empolvar.

No tiene sentido si me duermo,
no tiene sentido si cierro los párpados
de ese blanquecino cuaderno.

Y al fin y al cabo
todo lo que diga o haga
deberá ser olvidado.

No tiene sentido.
Quiero renunciar
y no he
dado lo que debería dar.

(¿Me ahogo?)
No, solo no sabes cómo conservar
la misma trayectoria.
Tus piernas tiemblan
y caminas hacia el lado contrario
porque no sabes predecir un final
donde los deseos mueren
hasta al llegar al final.

No entiendo al hombre
ni a esta humanidad.
Solo deseo irme lejos,
no sé, volar.

No sé a qué saben las nubes
y tampoco me molesto en intentar
cuando sé que mis pies
tan lejos del suelo
no llegarán.

La calma es efímera, se evapora
luego del mediodía.
Quizás el sol y su metafórica alegría
le causan alergias.

¿Será posible encontrar la felicidad
en medio de este océano
lleno de albas perturbadas?
Donde los rayos luminosos
solo crean espectros dignos de admirar
cuando a la noche le está llegando su ciclo menstrual.

El arrebol vomita cada madrugada
porque pocos se prestan a observar
sus matices incorpóreos
y su pronta caducidad.

No toma ni dos minutos volver al cielo un acertijo,
en todo lo admirado se puede profundizar
pero da pereza conservar delirios pasajeros
cuando la falta de calma se relaciona
con la carencia de un pasado. Y la verdad
es que los sabores del tiempo siguen
siendo confundidos por esa lengua,
que nunca los pudo identificar.

Se fue volviendo abstracta la palabra
y su significado justo al entrar
a la cabina mas oscura de esa mente intensa.
Y ya no pudo regresar. "¡Oh, que mal!".

La melodía taciturna se fue perdiendo.
Con el viento soplándole improperios
al adormecido cerebro, todos dieron
por muerto al iracundo animal.
Ese, el que controlaba de manera precipitada
los cuerpos carentes de malicia y bondad.

¿Será que en algún momento
el humano fue carente de pretextos?
Todo se puede alabar, endulzar y menospreciar.
Se le hicieron cirugías tardías al rostro que moría
pero de todas formas dejó de respirar.

El objetivo de la vida
es la muerte misma.
Pero toda la travesía
le dan la espalda.
Por eso se clavan astillas
justo en la costillas
y la columna vertebral.

Redimirse sin tener antecedentes
es como herir a un paciente en fase terminal.
Todo puede llegar a carecer de sentido,
pero eso no tiene porqué importar.

Solo voy caminando,
sobre la cuerda floja del limbo
sin saber hacia dónde voy a llegar.
Mis pies se tambalean
y de repente deseo regresar
pero no puedo hacerlo y eso
me hace querer llorar.

Quizás sea este el momento en el que solo puedo ir de frente
por mas que me niegue a avanzar.
Y no, no es fácil rebuscar opciones
cuando tu propio cerebro se niega a pensar.
Tengo miedo. Si mañana no he muerto,
¿me podrías asesinar?

Perdí de vista mis zapatos
y ya no sé cómo recuperar
las ganas de avanzar.

¿El abismo me mira?
Soy demasiado insignificante como para que eso sea verdad.
Las rimas han dado un vuelco
y de repente olvidé cómo parar.

Mi cuerpo quedará tendido sobre el pavimento
y mi rostro se va a desfigurar.
Quisiera irme y nunca regresar,
no sé, quizás hasta llegue a valorar
el precio inexplicable de la inestabilidad.

Es una paradoja lo que jala mi cuerpo,
nada de esto es causado por la gravedad.
Moriré un día, lo sé, ¿pero qué pasa
si ya no deseo respirar?

El dios que me acosaba por las noches ya no está,
no tengo ser omnipotente al cual rezar.
Solo puede esperar que mis deseos
se cumplan por arte de magia.

No moveré mis dedos,
solo lograré desmallarme
cuando la cuerda se haya roto
y el resto de mi cuerpo caiga
a como calló lo que ya no está.

¿Realmente debo hablar con esta voz?
Los rugidos del cielo siempre fueron
mas fuertes e incansables que mi voz.
"Solo déjate llevar". No, no quiero
ser un esclavo de ese tiempo que terminará
por aplastar como roca esta conciencia
que es tan insolente como para negar
las cosas que deben pasar.

No, no quiero ser aplastado ni sometido
a presenciar el triunfo de lo emocional.
Desearía que las emociones se apagaran,
que mi pecho abandonara su humanidad.
Desearía desear algo intensamente,
pero todo lo que quiero luego me da igual.

Así de fácil. ¿Así de fácil era confesar
los recuerdos raquíticos
que mi mente no paraban de asfixiar?
Me niego a aceptar ayuda profesional.
Pero de todas formas mis anhelos quedarán suspendidos en el limbo
y yo tendré que afrontar todo lo que vendrá.

El futuro es un puto fastidio.
Mi mente está en blanco.
El dios que antes me acosaba
ahora ya no está.
¿Será que lo empiezo a extrañar?
No.
Lo días felices se tiñeron de palidez
y en este incoloro presente
todo ha
de caducar.

Todo lo dicho
en algún momento
fue violado por mis versos,
sus huesos fueron quebrados
y mis labios no tuvieron tiempo
de expresar la algarabía asonante
que ahora tanto se esmeran por sacar.

¿Debería echarme hacia atrás?
Doblar mi espalda, dejar de flexionar
la piernas y simplemente caer.

El cielo solo se pinta de rojo
cuando el sol no está alegre
pues el día ha de comenzar.

¿Qué sentido tiene?
Una vez intenté ponerle cerrojo
y todos los recuerdos
tan solo
se desvanecieron.

El significado fue distorsionado tanto tanto...
que no sé dónde se encuentra el inicio
y hacia dónde queda el final.

Poesía insípida • #PGP2020 • [ 3 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora