Puedo sentir cómo tu piel palpita debajo de mis yemas. Tu respiración se muestra agitada debajo de toda esa capa, esa suave y elegante superficie. Los poros se abren y vomitan aquello que ya no pueden contener, manchando mis dedos con líquido agrio. Permaneces quieto pero te muestras agitado.
Me pregunto qué ocurrirá dentro de tu cabeza.
Me pregunto qué ocurrirá en tu cabeza, quisiera saber si en estos momentos me tienes miedo.
Mi mirada está perdida en el vacío de tus ojos pues no hay ojos y tu rostro es decorado por dos agujeros vacíos. ¿Dónde los habré dejado? Quisiera recordar con claridad porqué estoy haciendo esto. Mis órganos se mueven por impulso y tan solo aplico más y más presión en el agarre que ejerzo contra tu cuello, contra tu piel.
Gimes, hay agonía. El sabor que viola tu lengua debe ser espeso y con trozos de algún hierro.
Sangras, toses, te retuerces.
Quisiera saber qué hay dentro de tu mente.
Quisiera saber qué hay dentro de tu mente.
¿Me dejarás ver los secretos que guardas dentro de ese blanco hueso?
Sé que sí.
Mi sonrisa es inagotable, pues tener la certeza de que no puedes librarte provoca que mis labios se extiendan hacia los lados de forma inconsciente. Tu rostro se va pintando de otros colores y hay sangre. Más sangre. Gimes y te retuerces, quisiera saber si me temes. Quisiera saber si es miedo lo que sientes. Daría mi cordura por saberlo porque la perdí hace tiempo.
Ah.
Me he agotado demasiado, ahora hay sudor en mis manos. Izquierda, derecha; el mundo está vacío. Hay algo palpitando sobre mis palmas que parece tener vida. Antes de todo esto tenía vida. Creí que si cavaba lo suficiente podría encontrar la utopía oculta dentro de tu mente. Pero, ah, no hallé nada. Estoy confundida, creí que esto sería más fascinante.
Me siento decepcionada. Mi espalda se arquea hasta tocar el suelo y ahí me mantengo. Siento el frío hasta que mi piel y el piso llegan a la misma temperatura. Divago en mis pensamientos, pues he gastado tiempo en otro cascarón vacío. ¿Qué será de mí a partir de ahora? Nada me importa, mi propia vida es un obsequio que salió obsoleto y todo el que lo ve no duda en rechazarlo.
¿Qué será de mi vida? ¿Qué será de mí, cuerpo? Necesito descansar, esta superficie dura y plana no me es suficiente así que recuesto mi rostro sobre la fría piel que duerme como si nada en el piso. Sin querer, he manchado de rojo la punta de mi falda. Ah, lavarla me da pereza. Solo quiero descansar.
Solo quiero... descansar...
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Poesía insípida • #PGP2020 • [ 3 ]
PoetrySi le encuentras algún sabor, avísame, porque mi paladar está muerto. Obra ganadora en: • Los Cinnamon Awards 20 • Premios Gemas Perdidas 2020 - Primer lugar • Concurso Daher - Tercer lugar