La paradoja que se hundió en el cosmos

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La metáfora que buscaba, ¿cuál era?
Me siento decepcionada
de mi misma,
de todo.

Me siento decepcionada de las pastillas
y los agujeros de mis dientes durante la risa.
Siento que vago entre el humo pesado,
como si mi cuerpo fuera aplastado
y mi pecho lentamente devorado
por algo sin importancia.

Entonces trago aire,
mucho aire,
hasta que mis pulmones duelen
pues me cuesta
respirar.

Y duele.
Duele mucho.
Pero es solo una ilusión,
porque realmente
no hay dolor presente
solo vacío
y fatiga persistente.

Se cristaliza mi presente
mas nunca se convierte
en efímera mariposa.

Y duele,
duele mucho,
ser parte de la gente
y no apartar la mirada
cuando no está pasando nada.

Todo parece estar en calma.

¿Será que este dolor sea el lado torcido de la calma?

Dime, dime.
Dime tú, que eres
capaz de sonreír o estar alegre.
Dime qué se siente
ser normal.
¿Cómo se siente
poderte expresar sin agujeros
que debas rellenar?

Dime cómo se siente
ser normal, vivir sin pensar
en los huecos imaginarios
que debes alimentar
con emociones nulas
y efímeras ganas de más.

Dime, por favor,
cómo se siente seguir los sueños
que no están clavados en el cielo.
¿Cómo se siente volar,
aspirar a mas?
Inhalar aire y no tener que
vomitar.

¿Cómo se siente tocar el alba con las manos
y rozar las nubes con los pies?
Supongo que así se debe de sentir
la silenciosa felicidad.

La verdad no lo sé,
no lo recuerdo.
A veces solo me dan ganas de llorar.
A mi mente
la invaden los recuerdos
y a veces ya ni siento
que valga la pena respirar,
porque este hueco parece
agujero negro
y con nada está satisfecho.
Siempre tiene ganas de mas

y
mis
energías

se acaban.

Así como mis palabras,
es un rompecabezas paradójico,
un laberinto poco metódico.
Siempre hablo de lo mismo
pero con diferente metáfora,

ah. Si tan solo la lluvia se sintiera
como la reencarnación de una vida nueva.
Si tan solo supiera
a qué sabe la brisa que se suicida
desde el cielo circular.

Si tan solo estas palabras no tuvieran
fecha de caducidad.
Si todo lo que digo no fuera real
creo que podría rozar con el dedo
eso que ustedes gozan, la normalidad
no es para mí. No es para mí
estar de acuerdo con algo y seguir
el ritmo monótono del camino.

Creo que no vale la pena caminar sobre el camino.

Creo que no vale la pena seguir vivo
y es ahí
justo aquí
cuando no siento nada
y solo es la inercia
la que persiste y me estanca.

El infinito me termina de devorar

y sé que hay astronautas nadando
en este insípido vacío
pero no tienen una nave espacial
y por eso
no pueden regresar.

A veces quisiera saber cómo se siente
ser normal.
Pero descarto la idea
y me pongo
a pensar
en las agonías minúsculas y repetitivas
de esta paradoja. Sin salida
es como se muestra esta travesía emocional.

Y me decepciono a mi misma
porque no me he podido acostumbrar.
Las historias se revuelven y se pierden
dentro de mi cabeza
y después me resulta difícil
recuperar-
las.

Se traza la gráfica,
se monta en la nube,
se escurre entre mis manos

pero siempre se va.
La pieza que falta
nunca la he podido tocar.

¿Realmente es real?
¿Realmente puedo aspirar
a aspirar aire sin sentir
que necesito mas?

¿Realmente puedo aspirar
a sentarme frente al computador
y no sentir ganas de renunciar?
¿A que la inseguridad no me convenza
y la empatía no se nuble con lágrimas?

¿Realmente tengo derecho a llorar?
Aún cuando nada me pasa
y mi mente se ahoga
en vasos con vinagre y sal.

Y me entran ganas de gritar
que no vale la pena seguir sentada
en este carrusel que solo gira
sobre la misma pieza oxidada y torcida
pero al mismo tiempo
no tengo ganas...

Siento que ya no puedo más.

Poesía insípida • #PGP2020 • [ 3 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora