Copiar y pegar

35 4 3
                                    

El niño de ojos grandes observa,
atónito
la escena de insufrible masacre.
Con las esferas fuera de órbita,
la madre entierra sus uñas en carne muerta.

La madre entierra sus uñas en carne muerta
y luego empieza a devorar, a lamer, a lamentar
haber nacido. Está mal, todo eso está mal,
se repite en su cabeza y en sus cuencas vacías
hacen presencia las ganas de llorar.

El niño, con sus ojos grandes, observa,
aburrido, cansado
de ese constante traqueteo
en ese miserable teatro.
Sabe que no puede ayudar
y llora sin tener ganas
de más.

La mamá le dedica una mirada
y, por un efímero pero constante momento,
deja de morder la carne, la carne muerta, esa
que los alimenta. Se separa del cuerpo,
camina, lo quiere abrazar
pero ahora
sus brazos no lo alcanzan.

El niño ha corrido hacia su cuarto,
se ha cortado las venas
con desesperación, con pecado.
Ha deseado morir y también matar
pero es vulnerable y débil,
solo le queda enrollar su piel enferma
en el demacrado rostro de mamá
y comer, desesperado,
la carne que ella le da.

El papá los observa con ojos de animal,
sangrando, cosechando emociones nulas,
tiene
mirada vacía, ira que ha sido
devorada y extinguida
solo en un suspiro de la brevedad.
La piel del padre está llena de huecos.
La madre y el niño la han mordido bastante
pero él no llora
porque no sabe llorar
ni limpiar ni planchar;
solo conoce el éxtasis cuando juega
con el cuerpo de la mamá.

Y el niño observa,
con la mente en el limbo,
el baile interminable y arisco
una vez más.

[COPIAR]

El proceso termina, el telón se cierra.
Aparece un velo blanco.
El niño es hombre y se va a casar.

Camina a la casa, mente en blanco,
dejó la consciencia perdida en el bálsamo
y la enterró sin ataúd. La quería desechar.
Ella ríe. La novia ríe y se ve hermosa
pero no está lista la cena.

Hay gritos,
muchos gritos.

Ella corre, grita.
Él la sigue, le pide que no insista.

El cuero que ata sus pantalones se desprende.

[PEGAR]

Ella grita.
Grita fuerte.
Grita más fuerte.

El niño de ojos vacíos
ha perdido los ojos y la piel.
Ahora duerme en el interminable ciclo
cosechado por la insensatez.

Poesía insípida • #PGP2020 • [ 3 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora