Capítulo 29

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Durante la siguiente semana, ocurren tantos acontecimientos que el tiempo parece haberse acelerado. 

Marc inicia los trámites de la compra del local y los acelera todo lo que puede. Cuenta a su favor con varias ventajas; primero, tener una buena relación con el vendedor; segundo, tener liquidez para llevar a cabo la compra; y tercero, tener buenos contactos para conseguir los gestores administrativos necesarios para realizar la transacción.

Por su parte, Ángel mantiene su promesa de no decirle a nadie, ni siquiera a Ela, el plan trazado por Marc. El mismo lunes, contacta con Carmen para contarle todo lo que había ensayado con su amigo la noche anterior; que necesitaba urgentemente alquilar un local que tenía en propiedad, para evitar que el dueño del edificio entero ejerciera su derecho a compra y él no tuviera más remedio que venderlo, pues en el contrato que firmó su abuelo hace años, estaba estipulado que mientras el local estuviera destinado a un comercio, seguiría siendo de su propiedad o de la de sus herederos, pero si se quedaba vacío, el dueño del edificio podría ejercer su derecho a compra de manera inmediata. Esa misma versión fue la que le contó a Ela y esta también animó a su amiga a que aprovechara esa circunstancia para arrancar su negocio. Era una gran oportunidad y el hecho de que Ángel se lo ofreciera sin la obligación de pagar un alquiler, de momento, no era ningún favor hacia ella. Para acabar de convencer a Carmen, le insistían en que sería ella quien le haría un favor a Ángel, pues no quería vender ese bajo que su abuelo compró con tanto sacrificio.

La historia, que Ángel se esforzó en que resultara lo más creíble posible no despertó ninguna sospecha en Carmen. Y, aunque al principio se mostró reacia a recibir ningún tipo de ayuda y afirmaba que sólo podría aceptar su propuesta en caso de que le dejara pagar el alquiler pertinente, finalmente consiguieron convencerla y aceptó firmar el contrato que Marc había preparado y que Ángel le presentó a los pocos días.

Esa misma semana, Marc recibió la llamada de la ESEN, Escuela Superior de Empresa y Negocio, desde la que le ofrecían un puesto temporal de docente, para suplir la baja de un maestro durante varios meses. La oferta le pareció muy interesante y cuando le dijeron que la plaza a cubrir estaba en la sede de París, terminó de convencerse de que tenía que aceptarla. Pensó que sería una buena idea poder estar cerca de Ágatha durante el embarazo y también barajó la idea de instalarse allí para poder estar cerca de su hijo cuando naciera, mientras el trabajo de Ágatha la obligara a residir en París.

—Me parece una gran idea —le responde Ágatha en cuanto Marc la llama para contarle lo que ha pensado —:Creo que es lo mejor, Marc, estaremos juntos mientras crece nuestro bebé...

—Te dije que estaría a tu lado, Ágatha, pero quiero que quede claro que lo nuestro ha terminado.

—Tranquilo, lo sé. Aunque yo quiero que sepas que te sigo queriendo. Y no entiendo qué ha podido pasar para que te desenamores de mí.

—Ese es el problema, Ágatha, que posiblemente nunca haya estado enamorado de ti —le explica de nuevo Marc, en un tono seco y pausado —:Ya te lo expliqué; nunca me he enamorado y le prometí a mi abuela que me daría la oportunidad de hacerlo, y pensé que sería contigo, pero no ha funcionado. 

—Quizás podrías darte una nueva oportunidad. Quizás podrías dármela a mí de...

—No, Ágatha, lo siento. 

—Bueno, de momento, estaremos juntos durante mi embarazo, y te agradezco mucho que me acompañes, para mí no está siendo nada fácil todo esto.

—Lo sé...

—¿Por qué no vienes esta noche a mi casa y vemos juntos dónde puedes instalarte en París? La productora de la película tiene acuerdos con una agencia que se encarga de buscar alojamiento a los actores. Tengo bastante información, podrías encontrar algo que esté cerca de la escuela a la que vas a dar clases, ¿te parece? ¿Tienes planes para esta noche?

Una nueva oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora