Capítulo 45: El concierto más especial ✅

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Una vez más se encontraba frente a un espejo, rodeada de decenas de personas que iban de un lado a otro para que todo estuviese perfecto para el gran momento. El gran día había llegado. Por fin volvería a estar encima de un escenario, frente a sus miles de seguidores que ya gritaban y coreaban su nombre dentro de aquel lugar.

En aquel momento no podía sentirse más emocionada y feliz, pero sobre todo nerviosa. Esos nervios que traía en el estómago apenas la habían dejado comer y estaba segura de que su Puntito también los sentía porque no había dejado de patearla en todo el día.

Alberto dirigía todo afuera con la ayuda de sus asistentes y todo el staff mientras que Olivia la asistía a ella. Alonso y Fernanda estaban acompañándola en todo momento, pero, aunque lo agradecía, sus miradas sobre ella solo la hacían sentirse más ansiosa.

—Regina, quédate quieta, por favor —imploró Olivia que trataba de terminar de peinarla.

—Ay Oli, perdón. Perdóname, ¿sí? Es que te juro que no puedo —se excusó tratando de no lastimarse un ojo al retocarse las pestañas.

—Pues tienes que poder —respondió colocando su cabello, asegurándose de que había quedado perfecto—. Tienes que estar tranquila y relajada porque todo saldrá perfecto.

Colocando las manos sobre sus hombros vio la sonrisa que le dedicaba por el espejo, encontrándose también con su prometido que permanecía apoyado en la pared, de brazos cruzados y bastante pendiente de su celular.

—Tu cabello ya quedó —le informó Olivia y ella únicamente revisó que así fuera. Ese día lo llevaría completamente liso, largo hasta el final de su espalda y recogido en sus sienes con dos broches de piedrecitas—. ¿Te gusta?

—Está perfecto. Eres la mejor, gracias —Le sonrió y la abrazó. Olivia siempre la salvaba, era su mejor asistente y también amiga—. Amorcito, ¿será que puedes soltar ese maldito celular un segundo? —le reclamó ya desesperada por verlo con él entre las manos.

—Cálmate, tesoro —pidió guardándolo al fin en su bolsillo para acercarse a ella—. Solo me aseguro de que todo vaya bien.

—Alonso, Alberto se encarga de la seguridad ¿es necesario que tú también revises eso?

—Claro que lo es —replicó agachándose frente a ella para estar a su altura—. Aunque tu acosador ya esté en la cárcel, hay mucha gente aquí esta noche. Para mí lo más importante es tu seguridad, porque de tu seguridad también depende la de Puntito. Sabes que los dos sois lo más importante que tengo.

—¡Alonso! —se quejó con los ojos aguados, golpeándolo en el hombro—No me digas esas cosas tan cursis porque me harás llorar y se me correrá todo el maquillaje.

—Esa no es mi intención, solo que entiendas que tu seguridad es muy importante, ¿de acuerdo?

—Sí, okey. Intenso —Rió entre lágrimas y aceptó el rápido y delicado beso que su prometido dejó en sus labios—. Olivia, trae mi vestuario —le pidió nerviosa —, es casi la hora.


Unas altas botas de tacón, medias de rejilla y un precioso traje color negro era el vestuario que había escogido. Su vientre lucía evidente y bastante abultado, pero lo amaba. Ese bodi cubría sus brazos y torso, marcaba su busto y delineaba sus curvas hasta sus nalgas ya que sus piernas irían completamente descubiertas, solo enfundadas en las medias. Los brillantes no podían faltar, por lo que no solo su traje los traía, también había esparcido brillitos por su rostro y piernas hasta quedar absolutamente perfecta.

—Los audífonos, Regina —le anunció Olivia ayudándola a colocárselos y asegurándole el receptor a su espalda.

—Okey, ¿ya quedó? —preguntó mirando a su espalda para comprobar que los técnicos de sonido se lo colocaban de la forma adecuada.

Pequeña Tentación #BilogíaTentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora