Capítulo 40: Son fotos artísticas ✅

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"Comienza el día con una sonrisa y tu vida se pintará de colores."


Mirándose al espejo una mañana más comprobó que ahora sí poco a poco debería de ir guardando su ropa ajustada y comenzar a usar toda la que había comprado en las últimas semanas. De perfil frente al espejo, alzó la blusa holgada que había escogido ese día y paseó la palma de la mano por su abdomen.

—Estás enorme, Puntito —confirmó la evidencia y tomó su cámara—. ¿Listo? —preguntó y capturó la instantánea. 

Al tenerla entre sus manos, la vio fascinada y tomando el rotulador escribió en la parte baja de la imagen:

<<Puntito, 9 de diciembre de 2019. Semana 18.>>

—Ahora vamos a buscar a tu papá —informó a su pequeño o pequeña una vez colocó la ropa en su lugar de nuevo—. ¡Amorcito! ¿Dónde estás, amorcito? Debemos irnos.

—Aquí, tesoro —Escuchó su voz hasta reunirse con él en la sala—. Estás preciosa —la halagó acercándose a ella para dejar un beso en sus labios.

—Gracias —Sonrió—. ¿Estás listo?

—Podría decirse que sí —respondió no demasiado convencido.

—Ya hablamos de esto, amorcito —Rodeó su cuello con ambos brazos, tratando de calmar sus nervios y de convencerlo de nuevo—. Es la mejor forma, así no habrá malos entendidos y nadie podrá especular ni levantarnos falsos.

—No te preocupes, está bien —Acarició su mejilla y le sonrió—. Sé que es parte de tu profesión, de tu trabajo... Estoy de acuerdo en que lo hagamos de esta forma.

—Bien —aceptó sonriente—. Entonces vayamos de una vez a tomarnos esas fotos porque también tienen que hacernos la entrevista.

—Está bien —accedió, ayudándola a tomar sus cosas—. Vámonos.


Llegaron al estudio en poco tiempo, siendo recibidos por la asistente de Luca, uno de los más conocidos y mejores fotógrafos de México. Había tratado por semanas de ocultar su estado, pero cada día que pasaba era mucho más complicado. La prensa la conocía mucho más en su ciudad y país y apenas podían caminar con tranquilidad sin tener algún periodista o seguidor tras ellos. Por lo mismo, y después de mucho insistir, Alonso aceptó comunicar la noticia en una exclusiva muy especial que sería una sorpresa para todos y también un hermoso recuerdo para ellos.

—¡Por Dios mírate! —Fue lo primero que Luca gritó apenas entraron en el estudio de fotografía. Él era uno de sus fotógrafos predilectos y por ello quiso que fuese él quien los ayudase con aquello—. No puedo creerlo, de verdad que te veo y todavía no puedo creerlo.

—Estoy enorme, ¿no? —preguntó haciendo un puchero porque, por mucho que quisiera, su estado ya era imposible de ocultar.

—Estás radiante, hermosa... —Una sonrisa se dibujó en su rostro y aceptó el afectuoso abrazo que recibía de aquel hombre—. Déjame verte —Tomó su mano y la hizo girar sobre sí misma—. Definitivamente estar embarazada te sienta de maravilla, Regina.

—Gracias —respondió—. Ahora déjame presentarme a mi prometido, Alonso Dávila. Amorcito, él es Luca Ferraño.

—Es un placer, señor Ferraño —Extendió la mano hacia él y Luca la estrechó encantado.

—Lo mismo digo y, por favor, dime solamente Luca —pidió recibiendo en respuesta un asentimiento de parte de Alonso—. Bien, ahora cuéntame cuál es la idea que tienes para tus fotos —se dirigió a ella.

Pequeña Tentación #BilogíaTentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora