Teen Titans: La chica del cabello de fuego

Capítulo 11°: "Confía en mi"

Despertó adolorida aquel cuarto día luego de la golpiza que Kilian le había dado.
Estaba mucho mejor que los días anteriores, pero aún necesitaba recuperarse. Sin embargo, sabía que Kilian no la dejaría seguir descansando,y sabía que si él venía por cuenta propia a ordenarle que volviera a la Tierra, probablemente lo haría con violencia de por medio.

Se incorporó con cuidado de la cutre cama que tenía, con dolor y suma tristeza. Los huesos que se había roto ahora eran simples esguinces, las quemaduras y los cortes eran solo más cicatrices que meter en la colección.
Los moretones persistían, irónicamente, como manchas púrpuras verdosas. El ojo izquierdo ya no le dolía tanto y ya podía abrirlo sin problema. Una sombra oscura lo rodeaba sin embargo.

Se levantó, sosteniendose de lo que pudo y caminó lentamente hacia el baño. No quiso verse en el momento al espejo, y se metió a bañar.
El agua caliente chocaba contra sus incontables marcas y la hacían cerrar fuerte los puños si llegaba a tocar una reciente.
El baño la reconfortó un poco. Pudo sentir que algunos músculos se destensaban. No todos.
Se quedó parada bajo el agua mucho tiempo y ella deseaba quedarse aún más. Prefería mil veces arrugarse como una pasa a tener que salir de la habitación y ver a Kilian.

Él nunca se había privado de la violencia, nunca se había negado a golpearla. Aún cuando ella era más chica. Pero ahora cada golpe parecía intensificarse mucho más,y ella no sabía si era porque él la golpeaba más fuerte o porque ella no lo soportaba más. O ambos.

Apagó el agua a la fuerza y salió rápidamente d la bañera. Su mirada cruzo con la tez morena reflejada en el espejo y soltó un gemido casi hecho sollozo al ver su reflejo.
Las cicatrices parecían haberse multiplicado desde la última vez que se había visto desnuda y su cuerpo estaba mucho más flaco que antes. Esos cuatro días de recuperación tampoco había logrado comer algo,lo que había ralentizado mucho su sanación.

Apartó la mirada del espejo con rapidez y suspiró. Ya no le dolía tanto como antes verse en ese estado. Ya había aprendido a tolerarlo mejor.
No se molestó en envolverse con una toalla, sencillamente porque su raza ni tenía vergüenza en mostrar su cuerpo entero. En Tamaran todos eran una familia.
La nostalgia cruzó sus ojos al pensar en su tierra pero con una sacudida los borró rápidamente.
Abrió la puerta y fue directo hacia su ropa, pero se sobresaltó en su lugar cuando sintió movimiento a su lado. Rápidamente se apartó y cruzó sus brazos sobre su pecho.
Si bien su pueblo no tenía problema en mostrarse, cuando Kilian se la llevó, empezó a taparse por miedo a las intenciones de aquel hombre. No era estúpida, sabía cómo la miraba y nunca se había sentido cómoda con eso. Y ahora menos,lo único que hacía era intesificar su miedo hacia él.

-¿Qué haces aquí?-Preguntó intentando no tartamudear ni sonar asustada. Aunque sabía que eso era imposible y probablemente él tase había dado cuenta de eso.

-Veo que ya te has recuperado.

-¿Qué.Haces.Aquí?-Dijo, está vez con más determinación y con un poco más de enojo.

-Sí toqué-Respondió él con una sonrisa en sus labios y desviando la vista justo donde Starfire intentaba ocultar- Si ya estás bien, creo que es momento de que vayas a buscar lo que perdiste.

-Estaba por ir a hacerlo,si es todo lo que viniste a hacer ya puedes irte-Dijo ella severamente. No le estaba gustando el rumbo de esa situación y realmente temía que él intentara algo.

De pronto cortó la distancia, asustando aún más a la tamaraniana, llevó su mano hacia los brazos que cubrían sus pechos y lo tomó con fuerza. A su vez, Starfire lo tomó de la muñeca para intentar alejarlo y él llevó su otra mano hacia su cabello.
Tironeó de sus mechones rojos con fuerza y ella disminuyó el agarre que tenía en él.
Kilian sonrió y la observó con totalidad, pero no hizo nada más. Soltó su cabello y también el agarre en su brazo, y con una sonrisa se dió media vuelta y se fue de la habitación.