Capítulo 32°: "Caridad"

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Starfire se sentó junto a ellos y los vio jugar con esos extraños aparatos,moviendo los dedos con una rapidez inpensada, y sin entender absolutamente nada. No entendía como era que se entretenían con tal juego tan estúpido. Eso pensaba hasta que Chico bestia le cedió un poco a regañadientes el control.

-¿Y qué tengo que hacer?-Preguntó curiosa y sumamente confundida,mirando el aparato en sus manos con esos botones tan extraños.

-Mira,con este vas para adelante si lo tiras hacia allá, y para atrás del otro lado. Luego con este puedes saltar y esquivar,con este atacas con tu arma, y con este puedes lanzar bombas-Le explicó el titán verde a su lado, casi enamorado por todo lo que estaba diciendo.

-¿Bombas?¿Pero para qué quiero una bomba?-Preguntó ella.

-Pues para matar a los humanos infectados, duh-Dijo Chico bestia como si estuviera diciendo la cosa más obvia del mundo.

-Bien, empecemos-Cyborg tocó un botón y la pantalla comenzó a mostrar cientos de personas deformes y agresivas que se acercaban a la pantalla.

-¡Dispara Star,dispara!-Le gritó Chico bestia. Ella, al no entender, levantó su brazo y formó un starbolt.

-¡CON EL STARBOLT NO!-Gritaron los dos titanes deteniendola-Con el control Star, toca el botón que te enseñé.

-¿Cuál, este?-Lo tocó,pero no vio que estuviera destruyendo ningún ser humano, solo veía al que parecía ser su personaje agachado detrás de una mesa.

-Ese es para agacharte,este dispara-Le dijo Chico bestia, y Starfire obedeció,viendo cómo su personaje disparaba hacia cualquier lado,sin apuntarle a ninguno- Apunta Star-Apuntó,pero al personaje de Cyborg y disparó.

-OYE,NO ME DISPARES A MI-Exclamó el titán a su lado.

-¡Lo siento!-Finalmente logró dispararle a los monstruos y empezó poco a poco a entender como se jugaba.
Pero jugará lo que jugará,su mente estaba en otro lado. Divagando en lo que había ocurrido hace unos minutos.

No sabía por qué,pero verlo a Robin irse con aquella mujer tan insoportable, le había hecho enojar. No entendía cómo era que le gustaba estar con ella,siendo que era increíblemente irritable.

Robin tiene un gusto horrendo Pensó ella.

Apareció un malestar que no pudo descifrar, simplemente porque no recordó haberlo sentido antes, o no por lo menos en mucho tiempo. Tal vez en su infancia lo había sentido, pero ya había pasado tanto tiempo, y tantas cosas de por medio,que no recordaba haberlo sentido.
Pero era molesto y asfixiante y lo odiaba, y lo único que hacía era ponerla de malhumor. Más del que acostumbraba.

Pero a pesar de ese sentimiento, todavía sentía curiosidad por saber cómo había conocido a Bárbara y también saber por qué la había elegido precisamente a ella para ser su compañera íntima. Así que lo hizo. Curoseó.

- Y...¿Cuánto tiempo desaparecen esos dos demonios?-Preguntó,comentandolo como si fuera algo poco relevante,mientras continuaba jugando contra Cyborg. Ya había logrado entender el mecanismo del juego, y ya le estaba ganando al titán.

-¿Quienes,Robin y la loca esa? Quien sabe, hay días en los que están todo el maldito día montándose el uno al otro...

-¡Cyborg,por Dios!¿Cómo demonios voy a borrar ahora esa desagradable imagen de mi cabeza?-Se quejó Chico bestia.

-Pero en otros ella dura veinte minutos en ese cuarto antes de que Robin la eche- Eso animó un poco a la tamaraniana internamente. Siguió pinchando.

-¿Y de dónde se conocen esos?

-Es una historia muy larga, pero en resúmen-Dijo Chico bestia- Ambos trabajaban juntos con Batman hace algún tiempo. Supongo que en su momento tuvieron una relación mucho más cercana. Pero luego Robin se fue y ella lo siguió buscando.

Teen Titans: La chica del cabello de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora