Capítulo 41°: "Una leona con melena roja"

1.1K 102 50
                                    


(Narra Robin)

Esa mujer es la persona más insufrible y orgullosa que yo he conocido en mi vida.¡En serio! Siempre burlándose,siempre a la defensiva y atacando con su lengua letal.

¡Por Dios Santo! Solo le había preguntado sobre su pesadilla, sobre el por qué había despertado luego de seis días, tan alterada. Y sino quería decirme las cosas, sencillamente podría haberme dicho que no,que no tenía ganas de hablar de eso, que no era momento. Pero no. Starfire siempre buscaba la manera de cabrear a quien se le viniera la gana, a quien tuviera las pelotas expuestas para ser pateadas. Pues no,¡ESO SI QUE NO! Nunca dejé que me jodieran los demás,no iba a ceder ahora con ella.

Fui hasta mi cuarto y comencé a quitarme la ropa para ir a darme una ducha. Me sentía un imbécil, un idiota e ingenuo, que había permanecido los seis días enteros atento a la condición de aquella mujer. Seis días en los que dormí poco y me aburrí mucho, y días en los que si no hubiera sido por Cyborg que prácticamente arrastró mi culo al baño; hubiera permanecido tranquilamente sin bañarme; seis días, todo para que está orgullosa y malagradecida tamaraniana me viniera a joderme las pelotas una vez más.

Fue mi culpa,claro,fue mi culpa haber creído que esa criatura salvaje podía ser vulnerable.
Refunfuñé, aún cuando siempre me he negado que lo hacía, y caminé medio desnudo directo a la ducha.

-Maldita loca...

(...)

(Narración normal)

Los tres titanes entraron a la vez, luego de haber jugado piedra,papel o tijera para ver quién entraba a la boca del lobo primero. Cyborg y Chico bestia hicieron tres intentos,en los cuales no hubo desempate. Ya en el cuarto intento, Raven se hartó y empujó a los dos titanes hacia adentro ,siguiéndolos al instante.

Al entrar, vieron varios objetos desparramados por el suelo, una botella de pastillas abierta y las mismas decorando la loza, y una peliroja soltando humo por las orejas, mientras parecía ponerse cada vez más y más roja de rabia, casi igualando el tono de su cabello. De hecho, no dió tanto miedo como los Titanes creían, pero no iban a dejar de ser precavidos por ello.

Su mirada felina y letal se posó en los tres individuos y sintieron el miedo recorrerles la espina dorsal. Tanto Raven como Chico bestia retrocedieron uno paso, dejando a Cyborg adelante y con la bandeja de comida en las manos. El nombrado trago con dificultad y rezó para que su voz no saliera temblorosa cuando murmuró:

-T-te traje la comida Star, debes estar hambrienta-Dijo él,avanzando mientras esquivaba los objetos en el suelo y sentía el peso de los cargados ojos llenos de irá de la tamaraniana. Era como alguien llevándole comida a un león. Una leona con melena roja.

Starfire apartó su mirada y soltó un suspiro. Desenredó sus brazos y los alejó de su pecho, se acomodó en su lugar, y con una mirada seria le hizo un ademán al titán para que se acercara.

-¿Qué sucedió,por qué se han peleado ahora?-Preguntó él. La peliroja pinchó un fideo mientras miraba a Cyborg y luego señaló con el tenedor a los dos titanes antes de llevárselo a la boca.

-Puedes preguntarselos a ellos, estuvieron presentes casi toda la discusión. Los humanos no parecen tener sentido de la privacidad-Dijo con sequedad. Cyborg carraspeó,ignorando el último comentario. Miró hacia Chico bestia y Raven, quienes pasaron de su mirada y luego volvió a mirar a Starfire.

-No creo que me lo cuenten bien. Tú todavía no tuviste la oportunidad de escuchar a Chico bestia narrar una historia, pero no es para nada recomendable a menos que quieras que te agarre sueño-Respondió él.

Teen Titans: La chica del cabello de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora