02.

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A la mañana siguiente San caminó hacia la universidad bastante cansado y se dirigió hacia su clase, encontrándose con Yunho conversando con Mingi.

— ¡Buenos días San! — Yunho sonrió alegre, mientras Mingi alzaba su mano, saludando también.

San se limitó a darles una pequeña sonrisa y sentarse en su lugar rezando porque la mañana no fuera muy larga.

Las horas pasaron lentas pero finalmente llegó la última clase, siendo avisados de que su profesor no había podido asistir y podían irse a casa antes.

— ¿Dónde iremos? — Preguntó Mingi mientras cogía su mochila.

— Donde queráis, no me apetece nada en especial, así que decidís vosotros.

Finalmente fueron a por unos batidos y se sentaron en un parque para hablar de distintas cosas, San estaba medio distraído debido al cansancio hasta que Yunho lo llamó.

— Hey San, ¿qué tal el juego de ayer?

— ¿Juego? ¿Tú también? - Mingi se sorprendió mientras reía.

— Tranquilo Mingi, solo probé el juego y estuve jugando varias horas, no sé cómo pero perdí la noción del tiempo, debió ser que jugar con gente es divertido - San se encogió de hombros mientras sonreía.

— ¿Jugaste con alguien?

— Sí, no recuerdo bien su nombre porque era algo en inglés, pero puedo decir que era agradable jugar con él.

Siguieron hablando de cosas triviales hasta que llegó el momento de despedirse; Yunho y Mingi tomaron un camino distinto al de San porque éste último tenía que ir a comprar algunas cosas.

San iba distraído, así que cuando notó que alguien le tocaba el hombro se asustó y dio un brinco.


— ¡Hyung! ¿De verdad no me habías oído? Llevo llamándote varias veces — Dijo mientras reía.

— Perdona Jongho, anoche me acosté algo tarde y hoy estoy muy distraído — Sonrió levemente al menor y miró al rubio que lo acompañaba — ¿Es un amigo?

Jongho asintió. — Vive por tu zona, me sorprende que no os hayáis visto alguna vez, él es Wooyoung.

— Encantado Wooyoung, soy San — San sonrió, recibiendo lo mismo por el otro chico. — La verdad es que no me suena haberte visto por mi zona, ¿llevas mucho por allí?

— Realmente no, me mudé hace unas semanas pero casi no conozco a nadie del barrio.

— Ya veo... de todas formas soy muy despistado y no presto atención a los vecinos, pero es bueno saber que hay alguien de mi edad por aquí — Sonrió.

— Hyung, íbamos a ir a una heladería, ¿te apuntas?

— Tengo que hacer unas compras antes, si no os importa esperarme os acompaño — Se encogió de hombros.


Ambos chicos asintieron y decidieron acompañar a San a los recados y finalmente fueron a la heladería.


— ¿Qué tal los estudios? ¿Cuándo tienes el examen de ingreso?


— Me va bien, pero sí que tengo miedo al examen... ¿y si no me aceptan en la univ-


No pudo terminar la frase porque tanto Wooyoung como San le pegaron un leve golpe, riendo por la coincidencia.


— Jongho, deja de ser tan negativo, ¡si se te da genial!


— Eso eso, haz caso a Wooyoung, te conozco muy bien y sé que podrás hacerlo sin problema, confía en ti mismo por una vez en tu vida, idiota.


— Está bien hyungs, está bien —Jongho terminó riendo por los comentarios de ambos.


Hablaron de diferentes cosas, de cómo iba San en la universidad, de la mudanza de Wooyoung... hasta que la noche llegó y Jongho se despidió de ambos.

San se ofreció a acompañar a Wooyoung hasta su casa ya que después de todo vivían por la misma zona, durante el camino  pudo conocer más a Wooyoung, éste le había dicho que su sueño era ser un bailarín profesional porque lo único que le gustaba era bailar y por eso estaba en una academia.


 — Es aquí.

— Wooyoung, soy literalmente tu vecino. — Señaló la casa de su derecha.

Wooyoung miró a la casa que señalaba el otro y sin poder evitarlo terminó riendo. — ¿Cómo es que nunca te he visto? Creo que no soy tan asocial.

Yo nunca te había visto a ti, así que estamos en las mismas... — San rió con él. — Bueno, ¡encantado de conocerte vecino, buenas noches!

¡Igualmente, espero que ahora nos veamos más a menudo! — Con una sonrisa se despidió y entró a su casa. 


San se duchó, preparó algo ligero para cenar y encendió su portátil, cayendo en la cuenta de que hoy no se había conectado a aquel juego y tal vez su nuevo amigo sí.


Tras iniciar el juego vio que el susodicho estaba conectado, por lo que le saludó y le preguntó qué tal había sido su día, hicieron alguna misión juntos mientras hablaban y cuando pasaron dos horas, San se excusó con que tenía mucho sueño y prefería irse a dormir para mañana estar descansado.

Sin embargo, cuando San se tumbó en su cama no podía conciliar el sueño, por alguna razón quería encender su portátil y conectarse a aquel juego.

Quizá el juego le había gustado demasiado. Sí, seguro que era eso.

game ; woosanWhere stories live. Discover now