game ; woosan

32.

San, Mingi, Yunho y Wooyoung habían acordado ir al parque de atracciones el viernes de la siguiente semana.

San había hablado con Wooyoung para ir juntos a casa de Yunho.

La emoción que tenía el más pequeño se apreciaba en todo aspecto, no dejaba de cantar, pegaba saltos de alegría y tenía un brillo en los ojos inigualable.

Aunque no era el único feliz con la idea; en cuanto llegaron a la casa de Yunho, vieron a Mingi salir de la casa pegando brincos; uniéndose con Wooyoung emocionado.

Nada más llegar al parque Wooyoung señaló la montaña rusa, mientras que Mingi señaló una especie de recorrido de agua.

Yunho y San se miraron, acordando separarse por parejas hasta la hora de comer, donde se reunirían para subir en algunas atracciones juntos.

— ¡San! ¿Dónde quieres ir ahora?

San, quien se encontraba un poco mareado por la atracción anterior, buscó alguna más leve pero Wooyoung habló.

— ¿Te parece bien el pasaje del terror, hyung?

— Uh... Sí, por qué no.

Wooyoung tomó de la mano a San y salió corriendo hacia el lugar, San no estaba muy seguro de querer entrar allí, pero la emoción que tenía el más pequeño lo motivó lo suficiente.

Como era de esperarse, en el primer susto San gritó y se agarró por instinto al brazo de Wooyoung.

— San, ¿estás bien?

— Eh... Sí, sí, era solo que está muy oscuro y me tropecé...

Wooyoung sonrió.

- Por cierto San, quería preguntarte si...

Se vio interrumpido por otro susto provocando que él mismo se sobresaltara, pero lo que más le sorprendió no fue la joven bañada en sangre que les había asustado, sino que tenía a San abrazándolo con fuerza con pocas intenciones de soltarlo.

— Por dios, ¿cuándo va a terminar esto?

Wooyoung rió ganándose una mirada fulminadora por parte del mayor. Pasó uno de sus brazos por los hombros del otro e intentó salir de la forma más rápida posible.

— Creo que estos han sido los minutos más largos de mi vida.

— Podrías haberme dicho que no querías entrar, tonto.

— Es igual, no quería quitarte la ilusión.

Los ojos de Wooyoung, si es que era posible, brillaron aún más.

— Aww, eso fue muy tierno por tu parte, ven, busquemos algo que no de miedo.

Subieron a diferentes sitios y cuando estaban por reunirse con Yunho y Mingi, vieron una cabina de tomar fotos.

— ¡Hyung! ¿Nos tomamos una? — Preguntó Wooyoung, señalándola.

— ¿Para qué? Es decir, podríamos hacernos una con el móvil.

— ¡No es lo mismo!

Finalmente San cedió, se tomaron varias fotos y se decidieron por una, pero la máquina falló y solo permitía sacar una copia de ella.

— Tómala tú, Wooyoung.

Wooyoung negó. — Para ti, hyung.

— Pero eres tú quien quería tomarse la foto, ¿no la quieres?

— Está bien si la tienes tú. — Sonrió.

San asintió y ambos se dirigieron al punto de encuentro.

— ¡Chicos!

— ¡Hey! ¿Qué tal? Antes de comer vamos a ir al pasaje del terror, ¿os apuntáis?

Wooyoung rió.

— Ni en sueños. — Decantó San. — No volveré a pisar ese infierno una vez más.