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Después de despedirse de los demás, Wooyoung se dejó caer en su cama observando el regalo de San.

El mayor no solo había tenido el detalle de regalarle algo, sino que además le había confesado cómo se sentía con él. Se avergonzaba por haberse echado a llorar, pero tenía todo un torbellino de emociones.

¿Desde cuándo le gustaba San? Siempre le había parecido atractivo desde que lo conoció por Jongho y algo dentro de él le decía que le hablase, le conociera y, sin duda, haberle conocido había merecido la pena.

Cada momento que pasaba con él se le hacía corto, disfrutaba de su compañía como de la de nadie, podían estar haciendo cosas totalmente distintas y aún así estaría cómodo. La sensación de tranquilidad que le aportaba el mayor era indescriptible, el simple hecho de verle causaba una sonrisa en su rostro inmediata y los días en que no se veían o hablaban lo echaba de menos.

¿Debería decírselo a San?

No había pensado en confesarse aún, no tenía ni idea de cómo se sentía San respecto a ese tema y le asustaba pensar en la reacción del mayor.

¿Era primeramente una opción que San estuviese interesado por él?

La tarde transcurrió con Wooyoung dando vueltas en su cama pensando en San y sonriendo como un idiota cuando recordaba la noche anterior.

[...]

Después de terminar las vacaciones de invierno, Wooyoung volvía del hospital.

Estaba triste y enfadado, se había tropezado en el ensayo y se lesionó el tobillo, por lo que le negaron el acceso al concurso que tenía dentro de dos días.

Llevaba preparando ese concurso desde hacía meses y no poder participar en él le apenaba, realmente había ensayado mucho y por un descuido no iba a poder cumplir lo que tanto tiempo llevaba queriendo.

Se sentía inútil, un fracasado e incapaz de hacer las cosas bien, llevaba una racha terrible; había tenido problemas con su compañía de internet el día pasado y no pudo conectarse para jugar con Sannie, Puchi había enfermado y fue a casa de sus padres para verle, pero terminó discutiendo con ellos y ahora estaba perdiendo una oportunidad muy importante para su carrera.

Si quería ser un bailarín profesional no podía permitirse esos fallos.

¿Realmente bailaba bien?

Empezó a cuestionarse mil cosas, haciendo una montaña de un grano de arena.

Se sentía horrible y no podía evitar que los pensamientos negativos invadieran su mente.

Caminaba despacio ya que no podía forzar su pie izquierdo, reflexionando sobre sus últimos días.

El tiempo, a su vez, no ayudaba; el sol llevaba escondido alrededor de 4 días y eso le ponía aún más triste. Él amaba sentir la calidez del sol en su piel y tendía a ponerse triste en días de lluvia.

De un momento a otro, sintió una tela rodear poco a poco su cuello, extrañado ante esto, se giró para encontrarse con San, quien lo saludó con una sonrisa y terminaba de ponerle la bufanda.

— Hace frío, no deberías salir sin abrigarte bien.

— San, no es necesario, puedes tomarla de vuelta. - Dijo mientras se la empezaba a quitar, pero fue detenido por él.

— Haz caso a tus mayores. ¿Vas a casa, no?

Wooyoung asintió.

— Te acompaño pues.

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