game ; woosan

14.

Wooyoung, como esperaba, despertó enfermo al día siguiente; aunque para su suerte era fin de semana así que no tenía que preocuparse. Encendió su teléfono móvil y vio que tenía diferentes llamadas perdidas por parte de Jongho, pero no tenía fuerzas suficientes para hablar, así que se limitó a quedarse en la cama descansando.

Por otra parte, San estaba estudiando.

"Así que otro día de lluvia... De seguro se resfrió, más tarde iré a visitarlo"

Retomó el estudio y al rato recibió una llamada de Jongho.

— Hyung, ¿está Wooyoung contigo?

— No, estoy estudiando, ¿por qué?

— No contesta mis llamadas y pensé que quizá estabais juntos o sabías si le pasó algo.

— Seguramente se resfriase por la lluvia de ayer, iré a verle así que no te preocupes.

— ¡Llámame si ocurre algo!

San se cambió de ropa y se dirigió hacia la casa vecina.

— Wooyoung, ¿estás en casa?

Pegó a la puerta y lo llamó varias veces, pero nadie respondía. Se preocupó por si le había ocurrido algo más grave que un simple resfriado y no sabía qué hacer, pero para su suerte, la puerta se abrió dejando ver a un chico en pijama totalmente despeinado, con ojos llorosos y cansados y gran parte de su rostro rojo.

— ¡Wooyoung! ¿Estás bien?

Negó.

Sin pensarlo, San se adentró a la casa ajena, cerró la puerta tras de sí y tomó a Wooyoung de la mano y lo arrastró a la cama y le tomó la temperatura.

— Tienes fiebre. ¿Tienes algo en casa? — Wooyoung negó. — Iré a por algo, no tardaré, ¿de acuerdo? Tomaré tus llaves para que no tengas que levantarte de nuevo, enseguida vuelvo.

San regresó en cuestión de minutos y para cuando llegó se encontró a Wooyoung durmiendo. Preparó un caldo para que comiese algo ligero y volvió al cuarto del chico.

— Woo, despierta. — Lo meció suavemente hasta que despertó. — Tienes que comer algo, ¿sí?

Tras haber comido, San arropó a Wooyoung para que volviera a dormir.

— ¿Necesitas algo más? ¿Tienes sed? ¿Frío? Sí, seguro tienes frío, iré a por algo...

Antes de que pudiera levantarse, Wooyoung le tomó de la mano y sonrió negando con la cabeza, dando a entender que todo estaba bien así. 

San vio como poco a poco cerraba sus ojos y dormía. Se quedó un buen rato viéndolo dormir hasta que cayó dormido él también, tomados de la mano.