19.

501 97 14
                                    


Después de un largo camino finalmente había llegado al hospital.

San había llorado todo lo que pudo durante el camino para no derrumbarse frente a su hermana pequeña, quien le recibió llorando en la entrada del mismo y se fundieron en un cálido abrazo.

Al pasar unas horas, ambos fueron informados de que no habían podido salvar la vida de ninguno de sus padres.

San no lloraría, no más. Tenía que ser fuerte por su hermana; no podía permitirse mostrarse débil ante ella. Al oírla llorar la abrazó con todas sus fuerzas, San sentía cómo poco a poco todo dolía más, pero no lloraría.

Sus familiares no tardaron en llegar al recibir la noticia por parte de San o por haberla visto en las redes sociales, discutiendo sobre qué deberían hacer con Haneul, ya que ésta era menor de edad.

— ¿No puedo quedarme con San?

— No podéis vivir los dos solos por vuestra cuenta.

— Realmente sí que pueden, tienen la herencia de sus padres después de todo.

— ¿Dejar a dos niños viviendo juntos te parece buena idea?

San estaba cansado de la discusión, ya no solo por el hecho de que llevaban mucho tiempo, sino porque ninguno expresaba una mínima muestra de afecto hacia sus padres o ellos y estaba harto.

— ¿Niños? Llevo viviendo solo durante más de dos años, no me va a suponer ningún problema cuidar de Haneul.

— Te daremos dos semanas para que demuestres si puedes hacerte cargo de ella. Si no lo consigues, Haneul se vendrá con nosotros.

— Haneul no es un objeto para que la tratéis así como así.

— ¿Y qué sabrás tú? Solo eres un crío.

San tomó de la mano a su hermana y salió del hospital, no quería discutir con su familia frente a su hermana después de todo.

— Hermano, ¿estás bien?

— No te preocupes, ya sabes cómo son.

— Sannie, si no puedes hacerte cargo de mí puedo irme con ellos...

- ¡No hables así! — Le interrumpió. — No supones ninguna carga para nadie, ¿entendido?

Haneul asintió.

San miró su teléfono mientras estaban camino a casa, viendo que tenía varias llamadas perdidas de sus amigos y algunos mensajes preocupándose por él, pero no se sentía con ánimos de hablar con nadie.

— ¿No vas a contestarles? Solo se preocupan por ti...

— No, no creo que esté en las mejores condiciones para hablarles.

game ; woosanWhere stories live. Discover now