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20.

San estaba intentando terminar de preparar el examen que tenía al día siguiente, no tenía fuerzas ni ánimos para estudiar, así que agradeció que el día anterior hubiera rendido tanto y solo le quedasen un par de ejercicios para terminar.

— San, ¿quieres algo para cenar? Puedo preparar algo si quieres...

— No, prepara algo para ti, yo no tengo mucha hambre. — Dijo sin apartar la vista de sus apuntes.

Haneul asintió y preparó algo ligero, mientras se sentaba al lado de su hermano veía lo que estaba haciendo.

— Parece realmente difícil, no sé como entiendes algo de lo que pone ahí.

San rió. — A veces no lo sé ni yo.

Para cuando San terminó de estudiar, Haneul se había quedado dormida en el sofá. San sonrió y la levantó con cuidado para llevarla a su cama y aprovechar para descansar también, se acostó a su lado e intentó dormir lo más pronto posible, pues su examen era temprano y no podía permitirse quedarse dormido.

Sin embargo, San no pudo dormir nada esa noche. 

No fue como aquella vez en la que las horas pasaron volando jugando con aquel chico, no. Estas horas pasaron lentas y dolorosas para San, quien no podía mantener sus ojos abiertos por el cansancio pero tampoco podía dormir.

¿Qué le pasaba? Estaba cansado mental y emocionalmente pero aún así tenía su cabeza tan cargada que no podía conciliar el sueño.

Cuando su despertador marcó las 6:00 suspiró. Se levantó de la cama con cuidado de no despertar a su hermana y fue a prepararse varios cafés. Dejó una nota  avisando de que iba a la universidad y que volvería antes del mediodía, cogió sus llaves y sus auriculares y salió.

San no prestó atención a nada a su alrededor. Se limitó a disfrutar de la música que estaba oyendo en un intento de dejar a un lado sus pensamientos y toda la tristeza que sentía.

El examen fue todo un desastre, fue incapaz de centrarse en él y con suerte quizás aprobaría, pero al menos se había quitado un peso más de encima, solo le quedaba hacer un examen más y podría volcar toda su atención en la situación por la que estaba pasando ahora mismo, porque era consciente de que no podía echarlo todo a perder pese a aquello.

Tenía que ser fuerte.

Y eso era lo que tenía San en mente.

Pero todo se torció.