Él

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James sin pensarlo dos veces me soltó un puñetazo, al instante me cabree y se lo regrese aún más fuerte. Él inmediatamente me empujó haciéndome caer y empezó a golpearme varias veces sin siquiera dejarme meter las manos, vaya marica.

— Ustedes dos sepárense — llegó Zidane y empezó a jalar a James lejos de mi.

— ¿Que mierda les pasa? — dijo Isco con cara de horror — Marco, te ves fatal — toco con delicadeza una cortada que tenía en la ceja e inmediatamente quite mi cara.

— James... quedas suspendido 2 partidos — dijo Zidane furioso.

— Pero él igual ha sido — se defendió James.

— Perdón pero en ningún momento vi que te estuviera golpeando a muerte — alzó la voz — golpeaste a mi Delantero. ¿Que te pasa? — volteó la mirada hacia mi — ve a la enfermería.

Asentí e Isco me acompañó.

— Lo que tú eres es un imbecil — me miro enojado — mira que provocar al novio de tú ex que tú mismo hiciste tú ex es algo estupido.

— No entiendes nada.

— Claro que lo entiendo, no quieres que sea feliz contigo y tampoco con otra persona.

— ¿Tú que mierda sabes? — alcé un poco la voz.

— Lo suficiente Asensio. La dejaste diciéndole que no te gustaba lo suficiente para dejar a Sandra.

— Tuve que hacerlo, dolería menos si ella piensa que no me gusta.

— Te mereces el premio a la mejor persona del año. La hiciste mierda, Marco.

— Jamás lo entenderás — sonreí de lado.

— Claro

— Mierda, no puedo estar con ella porque hay un contrato con Sandra donde debo salir con ella, estar con ella y en el momento en el que yo inicie algo con ___ y deje a Sandra Alberto pedirá una transferencia para mi — era mi bro y no podía seguir ocultándole algo así. Lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.

— ¿E... eso es cierto? — ambos volteamos al escuchar una voz femenina. Era ella — yo... yo no quería escuchar pero vi lo que te hizo James y tan rápido como pude quise venir a ver cómo estabas, pero ahora solo me interesa saber si es verdad — dijo con los ojos rojos.

— Creo que yo sobro aquí — Isco me dio una palmada en el hombro y salió.

— Es verdad, creí que haciéndote creer que era un imbecil te haría sufrir menos, todo lo que dije ese día fue mentira. Me gustas muchísimo más que cualquier chica que haya conocido en mi vida, y de haber sabido que mi carrera me costaría la felicidad, mi felicidad, tú, jamás habría escogido nada de esto — ambos comenzamos a llorar.

— Debe de haber una forma — dijo ella con un brillo en los ojos.

— He pensado de todo y no se me ocurre nada. No encuentro una salida.

— Hagámoslo en secreto, tu sigue con Sandra lo que resta del contrato, nos podemos ver en tu casa o en la mía, no tengo necesidad de hacerlo público y soy más del tipo hogareña — tomo mi mano apretándola fuerte — por favor, Marco — me miro a los ojos.

— Hagámoslo — ella no lo pensó dos veces y se acercó para besarme con cuidado de no lastimar la herida de mi labio.

Ibiza [MA20]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora