Ella

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— ¡_____! — un fuerte grito me despertó — ¡joder, hija! Te has quedado dormida mientras te maquillaban y peinaban. No creía que eso fuera posible — comenzó a reír mi mamá.

Mi corazón latía ahora en un ritmo normal, todo había sido un mal sueño de parte de mis nervios. Ahora sabiendo que todo había sido producto de mi mente me sentía más tranquila. Esperaba que nada saliera mal.

Mi padre tras hablar conmigo, tras decirme cuanto era lo que merecía se dispuso a llevarme al altar. Al entrar todos los presentes se pusieron de pie. Entre los invitados pude divisar a mi madre y hermano. A Isco y a Nacho. A mis ex mejores amigas y a Alex.

Finalmente y con todos los nervios del mundo mire hacia enfrente encontrándome con él hombre más guapo que había visto. Al duelo de mi corazón, Marco Asensio en traje. Mi corazón se lleno de amor al ver como lágrimas salían de sus ojos con solo verme caminar hacia él.

— Lastimala y te mato, soy hombre de palabra — amenazo mi padre mientras abrazaba a Marco.

— No puedo creer que mi sueño se haya hecho realidad — ¿su sueño era yo?

— Nos faltan muchísimas cosas por hacer realidad — tome su mano y juntos fuimos hacia el padre que nos uniría en matrimonio.

Después de una larga y misa aburrida llegó la parte que todos querían escuchar: los votos. Me había tocado a mi primero.

— Prometo ayudarte a amar la vida, a tratarte siempre con ternura y tener la paciencia que el amor requiere. A hablar cuando sea necesario y a compartir el silencio cuando no y a vivir en la calidez de tu corazón que siempre será mi hogar — Marco comenzó a llorar aún más, sabía que era sentimental pero no tanto. Esto solo me hacía morir aún más de amor.

— Prometo amarte apasionadamente en todas las formas, ahora y para siempre, prometo que este es un amor para toda la vida y saber siempre que en lo profundo de mi alma... no importa que nos pueda separar, siempre nos volveremos a encontrar uno al otro — dijo tomando mis manos. Marco Asensio es el hombre de mi vida.

No podía creer que con solo las siguientes palabras oficialmente éramos marido y mujer. No podía creer que lo había logrado, había podido casarme con el hombre de mis suelos.

— ¿Se toman por esposos para siempre? — pregunta con una enorme sonrisa el padre.

— Si, aceptó — dije sonriente.

— Aceptó — dijo Marco sin pensarlo dos veces.

— Los declaró marido y mujer, puede besar a la novia — las palabras que tanto había querido escuchar las estaba oyendo.

Oficialmente había pasado, me había casado con Marco Asensio y no me lo podía creer.

Marco me tomo por la cintura y me acerco lentamente a él, apartó sus manos de mi cintura para ponerla al rededor de mis mejillas y acercarme lentamente para darme el hasta ahora mejor beso de mi vida.

Ibiza [MA20]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora