Él

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— ¿A donde vas? — preguntó Alessandra cruzándose de brazos.

— A casa de Isco — le reste importancia.

— ¿Te crees que soy tonta? Llevas yendo casi todos los días a casa de Isco, antes de menos salíamos juntos ahora ni siquiera me invitas a reuniones — sabía a donde quería llegar, quería que la llevara y no lo iba a hacer, era mi momento de recuperarla y ni ella ni Griezmann lo impedirían.

— Es reunión de chicos, te aburrirás, te veo más tarde — bese su frente y salí.

Aparqué frente a su casa, estaba realmente nervioso, tenía tiempo sin verla, estaba aún más nervioso porque se que ella estará con él.

Toque el timbre y escuche un "yo abro" de su parte. Mi corazón comenzó a latir a mil por hora.

— ¡Hola, Marco! — me abrazo, esperaba cualquier saludo menos uno así, sin dudarlo la abracé aún más fuerte de vuelta, la necesitaba — Llevaba un tiempo ya sin verte — me sonrió ampliamente. Verla sonreír me reiniciaba completamente la vida.

— Hola — me saludo borde Griezmann, yo solo le salude con la cabeza, no buscaba agradarle.

Me adentre en la casa y para mi sorpresa estaba Fatima con Alex, al parecer eran pareja, Denisse de quien no sabía nada hace tiempo, Sebastián al que me había encontrado un par de veces, Isco con su novia Sara, y James solo al igual que yo.

Estábamos comiendo en el patio el asado que habían preparado, el ambiente se sentía tenso pues recibía miradas asesinas de Griezmann.

— Pero cuéntanos _____, ¿que tal todo en Barcelona? — preguntó Isco al notar la incomodidad.

— Todo está muy bien, llevo una buena relación con mi madre, me metí a un equipo de voley — me fue imposible no mirar su culo, según sabía ese deporte hacía que les creciera un poco — y pues soy súper buena — termino de contar _____, yo seguía mirando, si, estaba más grande.

— Te agradecería si dejarás de mirarle el culo a mi chica — dijo Griezmann en mi oído.

— Perdón, pero he de admitir que eres afortunado, es realmente enorme — lo provoqué.

— ¡Eres un imbecil! — me empujo e inmediatamente los presentes se pusieron entre nosotros evitando que llegáramos a una pelea.

— _____, creo es mejor que nos vayamos — más que una sugerencia parecía una orden de parte de Griezmann.

— ¿Bromeas? Vamos llegando, a demás es el cumpleaños de mi hermano, debo quedarme hasta el amanecer con él — dijo sonriente.

— ¡He dicho que tenemos que irnos! — dijo ahora un poco más fuerte Griezmann.

— Vale, vale, vale, te calmas un poco por favor, a mi hermana nada que vienes a gritarle — se metió Sebastián.

— Lo hago por su bien, aquí Marco no deja de mirarla — dijo mirándome con rabia.

— ¿Pero es que como no mirarla? Si _____ es hermosa — se metió James. Antoine y yo miramos mal a James, al menos en algo estábamos de acuerdo.

— Anto, ¿podemos ir a la cocina a hablar? — le hizo aquella carita tierna que suele hacer cuando quiere obtener un "si" como respuesta. Se veía tan linda que podría matarme de ternura.

Ambos se fueron y Sebastián habló de cosas triviales conmigo, al parecer le agradaba más que Antoine. Después de un rato aparecieron tomados de la mano cual pareja feliz, más molesto no podría estar.

La tarde pasó así, ellos llenándose de amor frente a mi, ella parecía ignorarme y él parecía disfrutarlo. No soporte más y decidí regresarme a casa con el peor de mis tormentos, Alessandra.

les juro que ya no tardan en volver, les prometo que pasarán cosas lindas en un futuro.

Ibiza [MA20]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora