Ibiza [MA20]

Ella

Nos encontrábamos viendo una película en la computadora. Ambos tan callando dos como últimamente lo habíamos estado.

Recibí una llamada de un número que no tenía registrado, la mirada de Marco se posó rápidamente sobre mi celular cuando lo escucho sonar. Celoso.

Me levante de la cama y fui al baño para contestar, si bien no tenía nada que esconder tampoco iba a dejar que estuviera escuchando mis conversaciones por llamada. Debía confiar al menos un poco en mi.

Salí del baño y Marco se encontraba de pie esperando a que saliera, por un momento creí que era porque se estaba orinando pero no, se cruzó de brazos y me miró serio esperando a que le dijera quien era.

— ¿Quien era, amor? — las ganas de sonreír como una estupida enamorada aparecieron en mi. Tenía mucho que no me llamaba así.

— Yo... puedo explicarlo — me hice la loca.

— ¿______? — preguntó con cierto tono de preocupación y tristeza.

— Mentira, me han llamado para avisarme que las invitaciones están listas — una enorme sonrisa de emoción apareció en mi. Aún me hacía ilusión ser su esposa.

— ¡Eso es fantástico! Ahora solo faltaría el vestido y listo. Serás la señora de Asensio — corrió para abrazarme, gustosa recibí su abrazo, tal vez era tiempo de olvidarme de aquel tropiezo.

— ¡Lo se! Es fantástico — ambos nos quedamos mirándonos a los ojos. Parecía que era la primera vez que lo hacíamos, parecía que sería el primer beso que nos daríamos pero no era así. Al final terminamos uniendo nuestros labios. El beso era especia, era único, era el primero que nos dábamos concediéndonos él perdón uno al otro. Sin más rencores.

El paquete con las invitaciones llegó y Marco estaba incluso más emocionado que yo. Insistía en entregarlas él y le dije que si.

Habíamos pasado toda la noche poniéndoles destinatario para ya entregarlas.

Al despertar ambos fuimos a Valdebebas, más que nada para quedar con los del equipo para visitarles y entregarles la invitación. Llevaba unas por si unos llevaban a sus mujeres hacerlo de una vez.

Estuve viendo el entrenamiento. Desde la grada pude notar como Danna no le quitaba la vista a mi novio. Igual los celos ya no estaban en mi... había entendido que pase lo que pase siempre seremos Marco y ____, él me ama y yo lo amo. Nadie puede cambiar eso.

Al finalizar el entrenamiento les pedimos a todos que por favor se quedaran un momento, eso incluía al Mister.

— ____ y yo queremos darles la noticia, aunque muchos de ustedes  ya saben — Marco se apresuró a hablar para darles la noticia — Hemos decidido formalizar aún más nuestra relación, dar el siguiente paso y estar juntos hasta que la muerte nos separe. En tres meses seremos marido y mujer, queremos quedar con cada uno de ustedes para reunirnos y entregarles formalmente la invitación — todos empezaron a aplaudir y abrazarnos dándonos la enhorabuena deseándonos lo mejor.

— Yo me apunto para este fin — dijo el Capi.

— Yo para esta noche — dijo Isco guiñándonos un ojo. Eso solo significaba fiesta.

— Yo pido mañana — dijo Nacho y le abrace. Al final él era el único que me había creído siempre a mi y eso le hacía ganarse todo mi cariño.

— Yo pido ahora mismo — a todos se nos borro la sonrisa cuando Danna se apuntó. No sabía de donde había sacado que estaba invitada — ¿me das mi invitación? — me ignoró por completo a mi y se dirigió a Marco.

— Perdónanos, nosotros ya teníamos contempladas a otras personas... llegaste ya una vez que las habíamos pedido y son contadas. Creo no se podrá — dijo Marco apretando mi mano.

— Lo siento, eso te pasa por llegar tarde — le guiñe un ojo.