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— ¡Chanyeol!, ¡Detente! —  Gritaba Jongdae. El brusco bullicio no permitía que la voz se escuchara del todo. El alboroto era tal que pronto se escucharon las sirenas de la policía.

Chanyeol no dejaba de golpear una y otra vez al "pobre infeliz" que se encontraba acorralado contra el suelo, JinYoung sólo reía, sus dientes pintados de rojo debido a la sangre y muchos moretones agregados a su bronceada piel.

— ¡Bastardo hijo de perra! — uno, dos, tres y cuatro puñetazos más. Un policía se paró justo detrás del enorme cuerpo de Park, agarrandolo por los brazos.

— ¡Cálmate!. — Ordenó duramente el policía, recibiendo ayuda de sus compañeros y de los amigos de Chanyeol.

Jinyoung fue levantado del piso con ayuda de Sehun y uno de los policías.

Los causantes del alboroto continuaron gritándose y jalándose para poder safarse y seguir peleando. Fueron esposados y metidos por separado a patrullas distintas. Jongdae se acercó a un servidor y le habló.

— ¿Piensa llevárselos?—

— Los vamos a remitir por alteración al orden público. — Finalizó entrando al asiento del conductor de la patrulla de adelante, poco a poco las personas se iban al ver que el show había acabado, se escuchaban murmullos y una que otra risa de los mirones.

Las enormes camionetas rugieron debido al motor, arrancaron y desaparecieron entre las calles.

— ¿Qué jodida mierda acaba de pasar? — Preguntó Jongin, estando alterado y agitado.

— Jinyoung le jodio tanto los cojones a Chanyeol que terminaron peleando. Jamás se han soportado, encima llega Jinyoung a bromear con la muerte de sus padres.—

— ¿¡En dónde está?!, ¿¡A dónde se los llevaron!?— Gritó otro sumándose a la conversación. Jackson.

— Supongo que a la unidad principal. Los tendrán arrestados ahí, al menos hasta que paguemos multa o fianza.—

Sehun suspiró pesadamente, sin perder más tiempo se puso los guantes negros que colgaban de su cinturón, junto con el casco que lo había dejando por ahí tirado en medio del alboroto, por mero milagro no se lo robaron.

— ¿Tú a dónde vas?—

— A sacar a Chanyeol de ahí.— cortó.

— ¡Déjalo ahí!, ¡Que aprenda! —

— ¿Estás loco?, ¡No pienso dejar a mi hermano en ése estúpido lugar! —

— Es por eso, ¡Es por eso que se comporta de esa manera!, ¡No lo corriges!. —

— Dios santo Jackson. ¿Quién te crees?, ¿Mi madre? —

— Eres su hermano mayor, se supone que deberías de enseñarle sus propios errores y ayudarlo, no perjudicarlo aún más. —

Miel y galletas - Chanbaek. (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora