O12

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Ya es más de medianoche. Los sacerdotes han acordado pagarle a Judas 30 piezas de plata para que traicione a Jesús. Así que Judas guía a un gran grupo de sacerdotes principales y fariseos, con el objetivo de encontrar al Maestro. Los acompaña un destacamento de soldados romanos y un comandante militar.

Por lo visto, cuando Jesús le dijo que se marchara de la cena de la Pascua, Judas se fue directamente a ver a los sacerdotes principales (Juan 13:27). Ellos reunieron a sus propios guardias y a una banda de soldados. Quizás Judas los haya conducido primero a la habitación en la que Jesús y sus apóstoles han celebrado la Pascua. Pero, a estas alturas, la multitud ha cruzado el valle de Cedrón y se dirige al jardín. Además de armas, llevan lámparas y antorchas, resueltos a encontrar a Jesús.

La traición inconsciente que equivocadamente se planeó entre arbustos celestiales que se alinearon para marcar el camino de un nuevo infierno, de una realidad dolorosa y obscura que cambiaría la vida de todos, de todo aquel que quisiera besar la cruz para jurar amor eterno e incondicional.

— ¡Sehun! — Baekhyun se levantó de la silla en donde estaba sentado, levantó su mano sacudiendola para saludar, Sehun lo miró y se acercó apresurado.

— ¿Llevas esperando mucho tiempo? — Preguntó jadeante, a lo que Baekhyun respondió con una sonrisa alegre;

— ¡No!, también acabo de llegar. —

Byun parecía más alegre, energético y con un tipo de sonrisa iluminada peculiar.

— Hoy pareces feliz. — Dijo Sehun, sentándose y tomando la carta para leer atentamente el menú.

— Es porque lo estoy. — Sonriente bebió de su malteada de chocolate.

Después del beso; Chanyeol se fue a dormir sin hablar de nuevo, Baekhyun se mantuvo despierto hasta las tres de la mañana, sin poder dormir y sin dejar de pensar demasiado. Sin duda alguna se tragaba del mejor villano del mundo, del universo y de la literatura fantasiosa.

— La última vez que nos vimos te fuiste apresurado. —

— Me dolía la barriga. — Después de decir eso metió un trocito de carne en su boca, el plato de Sehun llegó y él prosiguió a comer también.

— Ése color te queda perfectamente. — Dijo Sehun con una sonrisa, señalando la camisa de cuello redondo color amarilla que llevaba puesta. Baekhyun bajó la mirada con timidez sin dejar de sonreír.

— Sehun, yo....—

— ¿Harás algo en la noche?, he oído de un museo nocturno. —

— Lo siento es que....anoche no llegué a mi casa y mi madre no me dejará salir de nuevo...—

— ¿No llegaste a casa?. —

— No, estuve haciendo tareas con uno de mis amigos. —

Sehun formó una "o" con sus labios, comía con tranquilidad junto con Baekhyun, los dos hablaban vagamente sobre temas aleatorios que a veces les divertían y a veces les ponían serios.

Sehun sin duda era una maravillosa persona, bromista, atento, amable, cariñoso y detallista, quizás demasiado bueno para ser real, una simple narración no sería suficiente para describirle.

Pasaron los minutos y ellos dos terminaron de comer, sus platos sólo quedaban con uno que trozo trocito de comida olvidada que pronto el servicio se llevó.

— Me gusta estar contigo, Baekhyun. —

Baekhyun limpió sus labios y lo miró.

— Y a mí contigo, Sehun. —

Miel y galletas - Chanbaek. (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora