Miel y galletas - Chanbaek. (En Edición)

O22

— ¿Cómo me veo? —

Kyungsoo levantó la vista y sonrió maravillado. — Como un Angel. — se levantó y le admiró comenzando a caminar alrededor de él. Llevaba puesto un pantalón de mezclilla clara, tenis blancos y un suéter que le llegaba a las rodillas color crema de tela suavecita. — Si yo fuera Chanyeol definitivamente esta noche te azotaba sin piedad. — regresó al sofá sin dejar de mirar a Baekhyun.

Baekhyun sacudió su cabeza con un gran y sofocante sonrojo en sus mejillas.

— Cariño, si piensas perder la virginidad esta noche asegúrate de no quedar embarazado. —

— ¿Qué dices?, Chanyeol y yo no somos nada. —

— Por ahora...— Aseguró Kyungsoo con una sonrisa.

Baekhyun miró el reloj con nervios. — Tengo miedo...—

— ¿De? —

Baekhyun encogió sus brazos.

El cuerpo de Baekhyun era un lío, sus manos sudaban y su estómago se sentía apretado, tenía ganas de vomitar, las palmas de sus manos se sentían frías y sus pies no dejaban de moverse.

— Relájate. — pidió Kyungsoo.

El timbre sonó y entonces Baekhyun se sintió caer de rodillas. Kyungsoo le sostuvo antes de que cayera. — Te sentarás ahí. — le empujó a uno de los sofás y encendió el televisor. — No voy a permitir que pierdas la poca dignidad que te queda. — le señaló pero Baekhyun estaba tan perdido en mirar la puerta con una sonrisa que a penas y pudo oírle.

Kyungsoo se levantó limpiando sus rodillas y caminó hacia la puerta para luego abrirla y toparse con Chanyeol.

— Creí que abriría la princesa...no la bruja. — comentó Chanyeol con una sonrisa fastidiosa.

Kyungsoo fingió una risa hipócrita.

— Vine a buscar a Baekhyun. —

Soo se cruzó de brazos recargándose en el marco de la puerta. — Él está viendo una película. Ni pienses que te estaba esperan- . — Baekhyun salió corriendo empujando el brazo de Kyungsoo para poder llegar hasta Chanyeol.

— Te estaba esperando. — Dijo Baekhyun mirando hacia arriba con fascinación a Chanyeol.
Kyungsoo le miró con los ojos bien abiertos, como una madre regañando silenciosamente a su hijo.

Chanyeol levantó la vista para mirar a Kyungsoo con una sonrisa triunfante. Después la bajó nuevamente para sonreír a Baekhyun con tranquilidad.

—¿ Nos vamos? — habló Chanyeol empujando delicadamente la espalda de Baekhyun dándole la espalda a Kyungsoo.

— Bruto. — dijo Kyungsoo con disimulo.

— Arpía. — respondió Chanyeol.

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Baekhyun escuchó como Kyungsoo cerraba la puerta. Chanyeol abrió la del auto pidiéndole que entrara. Entró suavemente. Chanyeol rodeó el auto para entrar y encenderlo.— Hoy te ves más bonito de lo normal. —

Una sonrisa se escapó de los labios de ambos. El auto arrancó y el viento no tardó en colarse por la ventana, haciendo que los cabellos de Baekhyun se alborotaran un poco. — ¿A dónde vamos? —

— A mi departamento. —

— ¿A tu departamento? — preguntó el castaño con extrañeza.

Chanyeol asintió.