O15

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— No creí que llegaras tan pronto. — Mencionó Chanyeol con una media sonrisa en la cara.

Después de que Baekhyun pusiera una excusa cualquiera durante la cena, su madre accedió a dejarlo salir. El reloj marcaba exactamente las cuatro con treinta y nueve minutos. Quedaron de verse en la parada de autobús, la misma en donde ya habían estado días atrás. Baekhyun había llegado cinco minutos temprano, sorprendentemente Chanyeol ya estaba ahí, esperando. Llevaba un pantalón de mezclilla negro, sus tan conocidas botas militares y una sudadera gris. — Mi padre se opuso un poco, fue mi madre la que accedió a que saliera. Tuve que decir que me iría con Kyungsoo.—

— Escuché que él y Kai estaban saliendo. —

Baekhyun asintió sentándose a un lado de él.

— Vámonos. — Chanyeol se levantó.

— ¿A dónde? —

— Tú y yo tenemos que hablar. Será mejor en un lugar privado. Venga vamos. — Caminó esperando a que Byun le siguiera y cuando se aseguró sacó de su bolsillo las llaves del auto negro que se encontraba estacionado a unos pasos. Baekhyun sonrió disimuladamente, su estómago era un desastre, millones de mariposas revoloteaban, era tanta su ansiedad que hasta tenía ganas de vomitar. El mayor le abrió la puerta y extendió su brazo con gracia, Baekhyun entró, Chanyeol rodeó el auto y entró también. Encendió el auto y arrancó.

— ¿A dónde iremos? —

— Por ahí. —

De nuevo no le decía a dónde iban, eso comenzaba a volverse una costumbre. Chanyeol bajó su mano del volante hasta el equipo de sonido del auto, desde su celular colocó una canción, específicamente; "Cry" de Cigarettes after sex.

El cielo nublado daba un ambiente mucho más amigable y acogedor. Eran de esas sensaciones en las que mirabas el cielo nublado y automáticamente te daban más ganas de estar con tu "grandote malo".

Tuvieron que pasar días, semanas para que los dos finalmente estuvieran en paz dentro de un lugar pequeño, nada de tensión, ninguna preocupación, solamente ellos dos, sentirse tan cómodos que incluso el silencio fuera agradable y no incómodo.

Costaba pensarlo y más costaba analizarlo; no eran nada. Los unía una amistad improvisada y extraña, no se toman de la mano, no se han besado, pero tampoco evitan sonreírse y delatarse.

— Hemos llegado...— Sin dejar de mirar al frente se estacionó.

El lugar sin mucho rollo era melancólico, unas vías de tren abandonadas. Baekhyun bajó del auto junto con Chanyeol. — ¿Cómo es que este lugar existe?. —

— Es muy viejo, a veces salen ratas rabiosas. —

Baekhyun perdió la fuerza en su pie derecho, haciendo que su tobillo se doblara. Todo a causa del micro susto que Chanyeol le había dado al decirle eso. Chanyeol rió.  — Es broma. No son ratas. Son osos. — caminó dejando a Baekhyun atrás, el más pequeño corrió detrás de él con torpeza.

— ¿Qué clase de oso vendría aquí? —

— Ah no lo sé. Si vemos uno le preguntamos. — Dijo con tal seriedad que cualquiera pensaría que estaba hablando en serio. Siguieron caminando, bajo sus calzados se quebraran piedras húmedas y hojas, junto con la tierra que hacía una melodía natural. En medio del silencio, en medio de nada.

Se alejaron del auto y se podían ver con mayor claridad los vagones oxidados, algunos con plantas rodeando lo que quedaba del material.

— Baekhyun. —

Miel y galletas - Chanbaek. (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora