— Ponte esto. — Chanyeol le entregó su chaqueta a Baekhyun para evitar que su piel expuesta tocara con el exterior. Los dos caminaban en silencio absoluto, los dos alejados y sin ganas de soltar ni una sola palabra. Baekhyun seguía con la angustia en la garganta, un susto tan grande como ése nadie se lo quitaría de la cabeza, seguía temblando y con la nariz roja. Chanyeol por su parte estaba enojado, enojado de verdad.
Baekhyun miró la hora en su celular, Chanyeol lo notó y miró.— No volverás a casa. —
Baekhyun levantó la vista guardando de regreso al aparato. — ¿Cómo? —
— ¿Acaso piensas volver así?, ¿Con la ropa arrancada y las muñecas moreteadas?. — Rió amargo. — ¿Te das cuenta?, ¿qué hubiese pasado si yo no hubiese llegado a tiempo?. —
Los dos al mismo tiempo detuvieron la caminata y se quedaron frente a frente.
— ¿Quedarme para qué? — sollozante dijo Baekhyun, en un débil hilo de voz entrecortada.
— ¡¿E irte para qué?! — Gritó el otro. —¿Para que un ebrio desempleado te acorralara?—
El menor escondía sus blancas manos en las mangas de la chaqueta, en un intento desesperado por dejar de temblar.
— ¿Cómo iba a saber lo que pasaría?.—
— Quiero regresar a casa. — Afirmó Baekhyun, cruzando sus brazos y dándose la vuelta.
Chanyeol rodó sus ojos con fastidio, a veces Baekhyun podía ser el niño más berrinchudo del universo. Hacerlo cambiar de opinión no sería difícil. — Bien. Me voy entonces. — comenzó a caminar alejándose de Baekhyun conforme aumentaban sus pasos.
Byun se dio la vuelta viendo con angustia cómo era que la silueta de Chanyeol se alejaba.
— ¡Chanyeol! —
Park se giró fingiendo demencia.
— ¿Te vas? — Preguntó temeroso.
— Sí, supongo que si quieres volver a casa te sabes el camino, ¿no?. — Volvió a darse la vuelta indicando que retomaría su camino.
Baekhyun corrió hasta Chanyeol agarrandolo de la camiseta para detenerlo.
— ¡No!, espera. No te vayas. No sé cómo volver...Chanyeol, por favor. —
— Camina. — Ordenó y el más bajito obedeció.
Muy en el fondo; Chanyeol continuaba extrañamente preocupado. Nadie le lograba quitar de la mente esa duda; ¿y si no hubiera llegado?. La respuesta a su propia pregunta él mismo la tenía, sólo se negaba a responderla. Baekhyun ya parecía un poco más tranquilo, no pasó a más, el hombre fue interrumpido y golpeado en cuando Chanyeol llegó. Cuando los dos se subieron a un taxi, las cosas ya parecían haberse calmado, sin embargo; ninguno de los dos hablaron, al menos hasta que Baekhyun lo hizo.
— ¿A dónde vamos? —
Chanyeol dejó de mirar su celular para mirarlo a él.
— A que te duches y duermas. —
— Pero a dónde. —
Al Baekhyun preguntar aquello, Chanyeol cerró los ojos sin responder.
— Chanyeol, Chanyeol. — Pero por más que repitió su nombre para que le prestara atención, no lo hizo y continuó con los ojos cerrados. — ¿Me vas a responder?—
— No puedo, estoy dormido. —
— Mentiroso. —
El taxista se detuvo justo delante del edificio en donde se encontraba el departamento de Chanyeol. — Hemos llegado. — Chanyeol abrió los ojos dirigiendo su mano hacia el bolsillo izquierdo de su pantalón para sacar su billetera y poder pagar al conductor, el taxi arrancó.
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Miel y galletas - Chanbaek. (En Edición)
RomanceChanyeol era demasiado malo y Baekhyun demasiado bueno, muy blando y dulce, Chanyeol demasiado duro y amargo. El mundo de Chanyeol estaba lleno de desastres, él era el desastre, él era el monstruo y disfrutaba serlo, amaba que le tuvieran miedo. ¿B...