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"No puedes irte simplemente así, después de pasar todas las desgracias a mi lado."


El día por su parte marchaba mejor que de costumbre, el clima no era el mejor pero tampoco el peor, sencillamente el cielo no estaba de buen humor. Se había convertido en una rara costumbre desayunar, almorzar y cenar en la barra, quizás porque Chanyeol deseaba llegar lo más pronto posible al lavabo en cualquier emergencia que implicara quemarse al comer sin cuidado de la sopa de vegetales extremadamente caliente que había preparado Baekhyun, poner accidentalmente su mano en la cafetera, cortar uno de sus dedos mientras limpia zanahoria o tirarse él mismo el café encima por las mañanas.

Baekhyun servía jugo en dos vasos mientras que Chanyeol preparaba pan tostado con crema de chocolate...o eso intentaba. Chanyeol era tan brusco en todo lo que hacía que ya llevaba cuatro tostadas completamente quebradas por la presión exagerada que ponía en el pan con la cuchara.

— ¿Qué pasará respecto tus clases? —

Baekhyun se sentó en la barra sin ganas de querer tocar el tema. — No lo sé. —

Chanyeol lo observó de reojo tomando asiento también. — ¿Has tenido señales de vida por parte de tus padres? —

— No... tampoco creo recibirlas más adelante. —

El mayor fue capaz de notar la evidente incomodidad al tocar el tema, ése tema que a pesar de las semanas seguía fresco. — Extraño limpiar mesas. — comentó Chanyeol en un intento por desviar el anterior tema. Baekhyun levantó la vista y sonrió.

— No te creo. —

— Obtener cervezas gratis gracias a Mike es algo que debería de extrañarse. —

— Bueno, ahora pasas más tiempo con tu hermano. —

— Sehun de la vida común es muy diferente al Sehun dentro de la vida profesional y "formal". — hizo comillas con sus dedos. — Parece un muñeco de mostrador. —

Baekhyun rió. — ¿Estás feliz por tu nuevo trabajo? —

El pelinegro bebió de su jugo, después lo terminó dejando en la barra para después levantarse y poner el vaso en el lavaplatos. — Es relajante. Sehun me tiene consideración. —

— Es un poco obvio, eres su hermano y te adora. —

— hm. — Chanyeol buscó su chaqueta entre el sofá. Caminó hasta Baekhyun para plantarse a un lado con una mirada pesada y tosca. — ¿No piensas darme un beso?. —

Incluso para pedir cariños, simples mimos o gestos agradables, Chanyeol era tosco, le costaba tanto sacar su lado sensible que de pronto actuaba como un perro salvaje. Baekhyun se giró sin levantarse de la silla. — ¿Puedo darte dos?. — dijo el menor.

— Te ordeno que me des dos. —

Baekhyun rió por la nariz estirando sus brazos para poder agarrar los hombros de Chanyeol y obligarlo a bajar para plantarle dos enormes besos. — Suerte. — Chanyeol le sonrió separándose para después salir del departamento cerrando la puerta.


Pensar un poco en lo que tan rápido había pasado resultaba completamente difícil y quizás un sencillo o catastrófico desastre. Baekhyun se preguntaba cada vez; ¿Desde cuando Chanyeol pasó de ser el horrible que ser que le molestaba a ser una parte importante y necesaria en su vida?. Nadie contaría con la capacidad suficiente como para entenderlo, nadie más que él, nadie más que él podría entender el por qué de las cosas. Quizás detrás del telón muchos se han preguntado entre ridículas risas vacilantes; "¿Enamorarte de tu puta desgracia?", pero muy pocos tendrán el poder de pensar más allá de lo que lo "Socialmente correcto" les exige.

Sin duda alguna; Chanyeol fue un tropiezo, un error indudablemente correcto, una sencilla y torpe coincidencia, una coincidencia que deseaba agradecer toda la vida. Porque si bien Chanyeol le ha hecho daño también le ha causado fuerte carcajadas y buenos recuerdos, no todo con Chanyeol ha sido malo, no todo con Chanyeol ha sido llanto y desgracias, Chanyeol también le había dado la felicidad que en algún momento se imaginó tener.

La vida da deleitosos beneficios y terribles consecuencias a las mejores y peores personas; Baekhyun por una parte había sido el pobre a quien le había tocado recibir un poco de maldad después de tanta felicidad y Chanyeol por su parte fue el afortunado que recibió un poco de felicidad después de tantas desdichas.

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El timbre se escuchó por todo el departamento y Baekhyun se sorprendió creyendo que tal vez era Chanyeol que se había olvidado de algo. Terminó de lavar el último plato y secó sus manos en una toalla blanca de cocina. El timbre se volvió a escuchar y Baekhyun ya estaba corriendo hasta la puerta, vaya sorpresa que llevó al abrirla.

— Sehun. —

— Perdón, pensé que estaría mi hermano.— Con una fuerte timidez Sehun se dio la vuelta dispuesto a irse.

— No, no. — le detuvo. — Chanyeol salió hace unos minutos, veinte tal vez. —

— Gracias, lo veo allá entonces. — Sin decir nada más o siquiera mirarle comenzó a caminar. Baekhyun salió detrás de él.

— Sehun, espera. —

Sehun detuvo su pequeña caminata deteniéndose en medio del pasillo al tener a Baekhyun detrás de él. Con mucha fuerza de voluntad fue capaz de darse la vuelta. — Me da mucho gusto verte. Duele un poco dejar de frecuentarte. —

— Me alegra verte, también. — finalmente fue capaz de mantener la mirada.

Sin saber por qué Baekhyun ya tenía un nudo en la garganta. — Puedo...me dejas...— tartamudeó. — ¿Me dejas abrazarte? —

Sehun bajó la mirada para asentir después y abrir sus brazos, recibiendo con calidez al abrazo de Baekhyun, que aunque tuviera la intención de endulzar, amargaba el alma. Para Sehun el asunto con Baekhyun ya había quedado atrás, había decidido dejarlo como un simple y gratificante recuerdo, Baekhyun merecía ser un dulce recuerdo.
Sin embargo no dejaba de doler el imaginar lo que pudo ser pero lo que desafortunadamente no será por mucho que quisiera. Mientras que en su mente soñaba con prepararle el desayuno todas las mañanas, en la realidad no podía más que mirarle de lejos, saludarle con un beso en la mejilla o sencillamente darle un abrazo, un fuerte abrazo para consolarle como lo estaba haciendo ahora y como quería hacerlo cada vez que Baekhyun lo necesitara, aunque el fondo supiera que ése puesto ya lo estaba ocupando Chanyeol y que por muy retorcido que suene; le agradaba.

"Todo por él, todo por ellos".



Miel y galletas - Chanbaek. (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora